III Congreso de Residentes, JMF, Tutores y Unidades Docentes de la semFYC
6-7 de junio de 2025
Antecedentes personales
Hombre, 66 años.
Anamnesis
Acude a consulta la mujer del paciente, quiere que programemos una visita con este para abordar su estado anímico, porque lo nota «raro», sospecha estado deprimido. Según refiere habla poco, no quiere salir a andar y se dedica a ver la televisión. Se agenda cita con el paciente en la que tras revisar sus FRCV, abordamos su estilo de vida. Reconoce sedentarismo «no tiene ganas de salir». No reconoce cambios sobre su estado anímico. Comenta cefalea esporádica que remite con paracetamol.
Exploración
Buen estado general, normohidratado y normoperfundido.
Bradilalia desde el inicio de consulta. Lenguaje pobre, con monosílabos y carece de habla espontánea (no habitual). Resto sin alteraciones.
Romberg negativo, aunque marcha apráxica con ligera desviación derecha.
Examen cognitivo: MMSE de 23/35. Destaca alteración en memoria y lenguaje con amnesia nominativa.
Pruebas complementarias
Analítica: vitamina B12, ácido fólico, anticuerpos anti-treponema pallidum y reactantes de fase aguda, sin hallazgos relevantes.
TAC craneal: LOE parietal izquierda con edema y compresión de ventrículo lateral.
Derivamos a urgencias hospitalarias para valoración por neurocirugía. Se realiza resonancia craneal que informa de posible meningioma. Se interviene sin incidencias.
RMN de control: resección tumoral completa. Lesión puntiforme compatible con infarto lacunar izquierdo.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Diagnóstico diferencial: deterioro cognitivo, pseudodemencia, hipotiroidismo, déficit de vitamina B12/folato, ACV, patología intracraneal.
Juicio clínico: meningioma frontoparietotemporal izquierdo.
Tratamiento y planes de actuación
Habla espontánea, sin bradilalia. Expresa agradecimiento al haber acudido a consulta para «controlarse el azúcar». Optimización de tratamiento dislipémico y antiagregante. Deshabituación tabáquica desde ingreso, se refuerza con visitas programadas.
Evolución
Resolución del cuadro clínico y reajuste de tratamiento.
El beneficio de escuchar a los familiares y valorar exhaustivamente sin asumir diagnósticos de presunción. La importancia de conocer al paciente, detectando cambios mínimos que indiquen el inicio de enfermedad incipiente. Destacar lo imprescindible es acompañar al paciente y familiares tras un AVE.