13-14-15 de noviembre de 2025
Mujer de 50 años de edad que acude a nuestra consulta inducida por familiares y amigos por aumento del perímetro abdominal en los últimos 7-8 años, sin molestias abdominales asociadas. Niega sangrados vaginales ni otra clínica gastrointestinal acompañante.
Enfoque individual
A la exploración física se observa un abdomen distendido con una masa difícilmente delimitable a la palpación por su tamaño, de consistencia pétrea que ocupa la práctica totalidad del abdomen. Se solicita analítica urgente con marcadores tumorales y ecografía abdomino-pélvica urgente. Hemograma, bioquímica dentro de la normalidad, antígeno carcinoembrionario, CA 125, CA-19.9, alfafetoproteína negativos, ecografía abdomino-pélvica se describe una voluminosa masa intraabdominal sólida sin identificar clara organodependencia. Se deriva al servicio de ginecología urgente donde se solicita RM abdomen y pelvis, se muestra un útero aumentado de tamaño de aproximadamente 22,5 x 19 x 15,5 cm, craneocaudal por transverso y por anteroposterior (figura 1), que presenta múltiples lesiones sugestivas de miomas cuyo tamaño oscila entre los 10-15 cm. Una segunda masa de aproximadamente 10 x 10 x 16,5 cm, transverso por anteroposterior por craneocaudal (figura 2, 3) que impresiona depender del útero miomatoso y corresponder con otro mioma de tipo subserosos pediculado
Enfoque familiar y comunitario
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Útero miomatoso, leiomiomatosis pélvica diseminada, carcinomatosis peritoneal.
Tratamiento y planes de actuación
Se realiza intervención quirúrgica, histerectomía y doble salpinguectomía.
Evolución
Actualmente asintomática, realizando vida normal.
Se trata de una patología ginecológica benigna bastante frecuente en la mujer. El punto de interés se encuentra en la forma en la forma de presentación, tratándose de un cuadro de más de 7 años de evolución que no había sido valorado previamente debido al miedo por parte de la paciente porque piensa que puede ser algo malo.
La presencia de una gran masa abdominal en una mujer nos hace plantear la posibilidad de un útero miomatoso, una leiomiomatosis pélvica diseminada o una carcinomatosis peritoneal, aunque dado los años de evolución, la ausencia de clínica y una analítica inicial con marcadores tumorales negativos, la última de las posibilidades parece la menos probable.
Remarcar la importancia de la educación sanitaria, así como de la salud sexual y reproductiva en nuestras consultas de Atención Primaria.