Atención Primaria.

Visión borrosa.

Enfoque individual

Caso 1: hombre de 43 años sin antecedentes de interés. Anamnesis: visión borrosa, miodesopsias y fotopsias en ojo izquierdo de forma brusca y progresiva tras leve golpe en la cabeza. Se deriva a urgencias de oftalmología donde se objetiva en la exploración tumoración coroidea temporal superior periférica, marronácea con desprendimiento de retina exudativo asociado. En ecografía y tomografía de coherencia óptica (TCO) se confirma tumoración coroidea de 16 x15 x 15 mm. Estudio extensión (ecografía abdominal y radiografía de tórax) negativo. Caso 2: Mujer de 49 años sin antecedentes de interés. Anamnesis: Pérdida progresiva de agudeza visual de ojo derecho de 2 meses de evolución, con escotomas ocasionales de ese ojo. Se deriva a oftalmología que objetiva masa coroidea anterior superior extensa. En ecografía y TCO se confirma tumoración coroidea de 9 x 15 x 18 mm. Estudio extensión negativo.

Enfoque familiar y comunitario

No antecedentes familiares de melanoma.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Melanoma de coroides.

Tratamiento y planes de actuación

Endoreseccion quirúrgica y tratamiento adyuvante con braquiterapia.

Evolución

En ambos casos, tras el tratamiento han recuperado parcialmente la visión y están pendientes de valorar vitrectomía según evolución.

El melanoma de coroides es el tumor ocular maligno primario más frecuente en el adulto. Su incidencia en países occidentales es de 6-7 casos por millón de habitantes, siendo más frecuente en personas de piel y ojos claros. Su mortalidad se debe a la diseminación metastásica (hepática 90%). La tasa de supervivencia a los 5 años es de 65%. En la mayoría de los casos se presenta de forma asintomática y constituye un hallazgo en la revisión oftalmológica. Entre los síntomas de presentación se encuentran: visión borrosa o disminución del campo visual, miodesopsias y fotopsias. Ocasionalmente puede producir catarata, hemorragia intraocular y/o desprendimiento de retina. El diagnóstico se basa en el examen oftalmológico y la utilización pruebas complementarias como la ecografía ocular, la TCO y resonancia magnética. El tratamiento del melanoma de coroides dependerá del tamaño, la localización y la extensión. Los tratamientos más habituales son la braquiterapia, radioterapia y la resección quirúrgica local o enucleación.