Congreso de Residentes, JMF, Tutores y Unidades Docentes de la semFYC
21 y 22 de abril de 2023
Servicio de Urgencias.
Motivos de consulta
Hombre de 83 años que consulta por lesiones ampollosas.
Enfoque individual
Antecedentes personales: HTA (bisoprolol), EPOC (formoterol/beclometasona, tiotropio), SAHS, ICC (enalapril, furosemida), ACxFA (apixabán), IR grado IIIb.
Situación funcional: IABVD, cognitivamente preservado. Vive solo.
Anamnesis: El paciente consulta a urgencias por la aparición lesiones ampollosas pruriginosas en tronco (abdomen, espalda, glúteos) y extemidades.
El inicio del cuadro, de tres meses de evolución, coindicide el alta de un ingreso hospitalario, durante el cual se realizó un cambio de su antigua pauta anticoagulante a apixabán (Eliquis).
Posteriormente el paciente consulta a servicios de urgencias de Atención Primaria, sin llegarse a un diagnóstico claro. Se inician curas de enfermería pese a las cuales la extension de las lesiones sigue en aumento, por lo que es derivado a urgencias hospitalarias.
Exploración: el paciente presenta lesiones ampollosas tensas (Nicolsky negativo) en las zonas descritas. No presenta afectación de mucosas.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Considerando la edad del paciente, el tiempo de evolución y las características de las lesiones (ampollas tensas, que sugieren afectación subepidérmica), se sospecha un penfigoide ampolloso. Se procede por lo tanto a realizar estudio histológico e IFD, que confirman la sospecha.
Dada la estrecha relación temporal con el inicio de Apixaban, se atribuye a este fármaco el probable rol desencadenante del cuadro, por lo que se retira.
Tratamiento y planes de actuación
El paciente es ingresado de servicio de Medicina Interna, dada extensión de lesiones e incapacidad para realizar la cura de estas de forma ambulatoria. Iniciamos corticoterapia oral a altas dosis.
Evolución
El cuadro del paciente presenta una evolución favorable durante las próximas 3 semanas, disminuyendo y finalmente cesando la aparición de nuevas lesiones. Lamentablente durante su ingreso hospitalario el paciente presenta un empeoramiento clínico secundario a una infección nosocomial, que finalmente conduce al éxitus.
Conclusiones (y aplicabilidad para la Medicina de Familia)
La vigilancia activa del paciente tras un cambio de tratamiento es crucial en AP. Este caso nos da un ejemplo más de cómo una intervención precoz, guiada por una correcta anamnesis y exploración, podría haber evitado la progresión del cuadro, la necesidad de hospitalización, y la comorbilidad asociada a estos.