XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Atención primaria.
Caso multidisciplinar
Febrícula y temblores durante 1 semana.
Enfoque individual
Varón de 71 años hipertenso, con miocardiopatía dilatada, hipertrofia de ventrículo izquierdo y contractilidad severamente deprimida; portador de desfibrilador (DAI) bicameral; y que presenta insuficiencia renal crónica conocida, en hemodiálisis desde hace 3 años.
Acude a su Médico de Familia (MF) por febrícula y temblores de 4 días, con regular estado general e hipotensión. El paciente ya había acudido la semana anterior por el mismo cuadro, sin malestar y con constantes normales, siendo dado de alta con diagnóstico de cuadro viral. Ante el empeoramiento, se deriva a urgencias hospitalarias por posibilidad de etiología infecciosa y es ingresado en Medicina Interna.
El paciente se encuentra consciente, orientado y colaborador al ingreso.
TA: 74/40. FC: 73Ipm. Sat O2: 94%. T: 37.2ºC.
Auscultación cardiopulmonar: Rítmico sin soplos. Murmullo vesicular disminuido.
EKG: Normal.
La analítica mostró Leucocitos 8520, Creatinina 2.5, Urea 25.7, Na 140, K 2.7, PCR 300, Pro Calcitonina 49. El sistemático de orina aportó datos de infección con piuria en el sedimento. GV: pH 7.5, pCO2 43, HCO3 34, Lac 2.8. En dos hemocultivos seriados se aisló Aerococcus urinae . La radiografía de tórax presentaba cardiomegalia, redistribución vascular e imágenes de infiltrados periféricos en hemitórax derecho sugerentes de embolismos sépticos. El ecocardiograma transtorácico fue dudoso y el ecocardiograma transesofágico mostró masa mamelonada de 3.5 cm, hipermóvil, en electrodo de DAI a nivel de anillo tricuspídeo anterior. El TC de cráneo y la ECO renal fueron irrelevantes.
Enfoque familiar
Independiente, vive solo, con buen apoyo familiar.
Desarrollo
Endocarditis infecciosa (EI) tricuspídea.
Tratamiento
Al inicio se pautó Vancomicina de forma empírica sustituyéndose posteriormente por Ceftriaxona tras los resultados del antibiograma.
Recambio de DAI.
Evolución
El paciente evolucionó favorablemente, permaneciendo afebril y con constantes estables.
La EI es una enfermedad grave, con un perfil microbiológico variado y desenlace fatal si no se diagnostica y trata a tiempo. Como MF encontraremos multitud de pacientes con patología infecciosa, y aunque nuestro deber es hacer diagnósticos diferenciales con las patologías más frecuentes, es importante tener presente que en ocasiones lo que parece un simple catarro puede estar enmascarando un cuadro más grave, como ocurrió en el caso de nuestro paciente.