Atención Primaria

Caso multidisciplinar

Lesión cutánea crónica

Enfoque individual

Varón de 91 años exfumador, hipertenso con hipertrofia ventricular izquierda, arteriopatía periférica, insuficiencia renal crónica e hiperplasia benigna de próstata.

El paciente presenta una lesión crónica de 2 años de evolución a nivel del cuero cabelludo sobre antigua queratosis actínica, controlada desde el Centro de Atención Primaria dónde realizan curas locales periódicamente. En el 2015, se realizó estudio anatomo-patológico (EAP) que resultó negativo para la presencia de células malignas. En una de las curas se decide derivar el paciente a un servicio de urgencias por el mal aspecto de la herida, con sangrado de los márgenes y dolor local.

En la exploración física destaca bultoma de 6,5 x 5 cm de diámetro, ulcerado a nivel central, adherido a planos profundos, sin presencia de pus ni otras secreciones. La analítica sanguínea no muestra hallazgos patológicos. 

Enfoque familiar

Vive con su hijo, independiente

Desarrollo

Se decide derivar el paciente al servicio de cirugía plástica, estética y reparadora dónde se indica la realización de TC craneal y biopsias de la lesión. La TC craneal informa de la presencia de lesión de partes blandas a nivel del cuero cabelludo situada en la línea media del vértice craneal con signos de afectación ósea. El EAP muestra infiltración dérmica de un carcinoma escamoso de patrón acantolítico en estadio cT4. 

Tratamiento

Se expone el caso al comité de piel y se decide ofrecer al paciente tratamiento radioterapéutico. El paciente se somete a 30 sesiones de radioterapia para lograr una dosis total de 66 Gy sobre la zona afecta. 

Evolución

Al final del tratamiento, la lesión ha disminuido tanto en espesor como en diámetro, sin presentar dolor local ni sangrado importante. 

El carcinoma escamoso cutáneo es una entidad frecuente relacionada con la exposición solar crónica que suele ser la evolución natural de una queratosis actínica. Clínicamente se presenta como una pápula friable o úlcera de difícil cicatrización. Puede originar metástasis linfáticas o hemáticas, aunque es menos frecuente que en otras neoplasias.

Es importante sospechar un carcinoma escamoso ante una lesión cutánea ulcerada crónica de difícil resolución y repetir dicho EAP, si éste ha resultado negativo, ante una sospecha clínica elevada.