XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar.
Ictericia.
Enfoque individual
Antecedentes personales: Varón, 55 años, sin antecedentes clínicos ni tratamiento habitual. Situación laboral: parado. Hábitos tóxicos: fumador 1 paquete/d, bebedor ocasional.
Anamnesis: Ictericia no dolorosa de días de evolución, asocia coluria y acolia. Niega dolor abdominal, vómitos o cambios en hábito intestinal.
Exploración: delgadez, ictericia cutánea. Abdomen deprimido, molesto a la palpación en hipocondrio derecho sin signos de irritación peritoneal. Murphy negativo. No se palpan masas. Hepatomegalia de 2 cm.
Pruebas complementarias: Bioquímica con bilirrubina total de 24.29 mg/dl, directa 17.99. GOT 166, GPT 404, FA 475. TAC abdominopélvica: Tumoración sólida infiltrante de contornos mal definidos en la confluencia de conductos hepáticos, de 3,5x3x2,5 cm. Engloba venas portas derecha e izquierda obstruyendolas. Colaterales venosas secundarias en el hilio hepático y pared vesicular. Dilatación importante de la vía biliar intrahepática.
Enfoque familiar y comunitario
Separado, sin hijos. Dos hermanos, mantienen buena relación. Cuidador de su padre viudo de 87 años (paciente oncológico).
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
JC: Tumor de Klatskin tipo IV irresecable.
Identificación problemas: Evitación ante el diagnóstico. Ansiedad y tristeza asociadas a las pérdidas por la enfermedad. Complejidad: edad joven, pacto de silencio, principal cuidador de su padre, no posee voluntades vitales anticipadas.
Tratamiento y planes de actuación
Identificar preocupaciones, situaciones de temor y necesidades. Facilitar expresión emocional. Proporcionar información conforme pida el paciente identificando lo que el paciente sabe, quiere saber y ha entendido.
Evolución
Accede al Programa de Cuidados Paliativos con seguimiento en domicilio por su médico de familia. Se solicita ingreso por dolor y vómitos no controlados, pendiente de drenaje paliativo vía biliar. Empeoramiento progesivo con encefalopatía. Ante esta situación hablamos con sus hermanos decidiendo limitación de esfuerzo terapéutico y sedación paliativa.
Los/as médicos/as de familia debemos estar formados en Cuidados Paliativos para garantizar un final sin sufrimiento a nuestros pacientes y saber acompañarlos hasta el final en su domicilio si así lo desean. La existencia de Unidades de Cuidados Paliativos hospitalarias pueden ser una ayuda para aquellos pacientes que deseen morir en hospital, pero debemos luchar por atender de forma integral a nuestros pacientes si lo requieren y que las Unidades de Cuidados Paliativos sean un complemento a nuestra atención sin que rompan la longitudinalidad que caracteriza a nuestra relación médico-paciente.