XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Atención Primaria
Caso multidisciplinar
Absceso en cuello.
Enfoque individual
Mujer de 78 años, antecedentes personales de angor, fibrilación auricular, prótesis metálica mitral, psoriasis, parálisis facial periférica, DM II. En tratamiento con losartan/HTC, metformina, sintrom y digoxina.
Desde el pasado mes de junio, presenta absceso en región supraclavicular derecha, con cuantiosa expulsión de material purulento (dos orificios de salida). Resto de la exploración normal.
Se concluyen tres tanda de antibióticos por este orden pautadas por su médico de atención primaria: cloxacilina 500mg/8h, amoxicilina 500mg/clavulánico 125mg/8h y clindamicina 300mg/8h con mejoría parcial pero sin respuesta completa, a la vez que se solicita cultivo de micobacterias, radiografía de tórax, analítica sanguínea y se deriva a atención especializada ante la sospecha de infección tuberculosa.
Medicina interna, solicita TAC de cuello con el siguiente informe: adenopatía VS absceso supraclavicular derecho de unos 30mm y lesión semejante en tejido celular subcutáneo posterior derecho de 11mm.
El resultado de del todas las pruebas solicitadas desde primaria es negativo.
Medicina interna vuelve a solicitar cultivo de micobacterias y pauta amoxicilina 875mg/clavulánico 125mg y levofloxacino 500mg.
Finalmente, se aísla MYCOBACTERIUM TUBERCULOSIS.
Enfoque familiar y comunitario
Convive con su marido.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
JUICIO CLÍNICO:
- Tuberculosis extrapulomar
DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES:
- Linfoma
- Enfermedad metastásica
- Hemangioma
- Hemangiopericitoma
- Tumores neuroendocrinos
Tratamiento y planes de actuación
Se inicia tratamiento con RIMSTAR (Rifampicina/Pirazinamida/etambutol/Isoniazida) 60mg/6h.
Evolución
Absceso en resolución, permanece en seguimiento por la unidad de enfermedades infecciosas con diagnóstico de TBC extrapulmonar.
La escrófula o linfadenitis tuberculosa es la forma más frecuente de TBC extrapulmonar, más frecuente en personas inmunodeprimidas. En nuestro caso, la edad y la DM II podrían haber facilitado su desarrollo. La agudeza diagnóstica y la perseverancia de su médico de familia fue la clave para llegar al diagnóstico final y por supuesto al tratamiento adecuado para su paciente.