XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Atención primaria
Insomnio, ansiedad y pérdida de peso.
Enfoque individual
Varón 42 años, fumador activo. No tratamientos habituales. Visto 2 meses previos por otro médico del centro que acumulaba la consulta por vacacione. Le prescribe lorazepam por insomnio y ansiedad recientes. Refiere desde hace unos meses cuadro de tristeza, nerviosismo, irritabilidad y pérdida de peso. No otra clínica por sistemas. Empeoramiento de las relaciones familiares y en el trabajo. Reconoce aumento del consumo de alcohol habitual. Citamos para completar estudio en consulta programada. Destaca registro consumo habitual de alcohol superior a 280 gr/semana y 50gr/día, elevación leve de GGT y VCM, test CAGE positivo. Planteamos la posible relación de su sintomatología con el consumo de alcohol excesivo, el paciente se muestra precontemplativo. Citamos posteriormente durante varias sesiones con entrevistas motivacionales, las cuales permiten reducir la cantidad de alcohol consumida. Al reducir el consumo el paciente presenta empeoramiento de insomnio, irritabilidad, nerviosismo. Le planteamos necesidad de abordaje especializado multidisciplinar, a lo que se niega pero negociamos seguimiento en nuestra consulta sin consumo de alcohol. Iniciamos tratamiento farmacológico y seguimiento en consultas programadas con apoyo familiar.
Enfoque familiar y comunitario
Separado. Vive con su madre. Trabajo estable. Sin decendencia. Buen apoyo familiar y red social.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Trastorno depresivo secundario a consumo de alcohol. Abuso de alcohol.
Tratamiento y planes de actuación
Entrevista motivacional, abstinencia de alcohol. Tratamiento farmacológico de desintoxicación con tiaprizal, antidepresivo con fluoxetina y posteriormente de deshabituación con acamprosato. Intervenciones de seguimiento cognitivo-conductuales de baja intensidad.
Evolución
Abstinencia al año de seguimiento, tras presentar buena adhesión al tratamiento, con normalización de su estado ánimo, mejoría de su funcionalidad en las relaciones de pareja, familiares y laborales.
Aunque existe evidencia de la efectividad de intervenciones especializadas multidisciplinares en pacientes con abuso de alcohol, en casos con rechazo de tratamiento en una unidad de conductas aditivas el médico de familia puede ser un referente en su abordaje. Las características de la consulta de atención primaria (accesibilidad, longitudinalidad, contexto biopsicosocial), el uso de intervenciones efectivas (entrevista motivacional, terapias psicológicas de baja intensidad y farmacológicas) y presentaciones clínicas leve-moderadas pueden permitir resultados efectivos como en nuestro caso.