XXXV Congreso de la semFYC - Gijón
del 11 al 13 de junio 2015
Mixto, Atención Primaria y Especializada
Caso multidisciplinar
Hipo y stop retroesternal.
Enfoque individual
Mujer de 36 años, sin AAPP de interés, que presenta, desde hace años, hipo en relación a la deglución. Desde hace dos años sensación de stop retroesternal con la ingesta de sólidos y líquidos. Últimamente asocia sialorrea que cede con la arcada o el vómito. No reflujo gastroesofágico, aunque refiere varios episodios de regurgitación nocturna de saliva.
No pérdida de peso.
Se realiza gastroscopia: esófago discretamente dilatado. Cardias: cierta resistencia al paso del endoscopio. Fundus y cuerpo gástrico normal. Píloro céntrico y permeable, sin alteraciones. Bulbo y segunda porción duodenales normales.
Ante la sospecha de trastorno motor esofágico se solicita manometría: esfínter esofágico superior 150mm hg. Coordinación faringoesofágica normal. Ausencia de ondas peristálticas primarias en cuerpo esofágico. Presurización panesofágica en el 100% de las degluciones.
Enfoque familiar
Sin antecedentes familiares de interés.
Desarrollo
Acalasia tipo II.
Tratamiento
Se plantea tratamiento quirúrgico o endoscópico.
Evolución
La paciente se somete al endoscópico mediante dilatación, con buena evolución, asintomática al año de la dilatación, sin necesitar IBP al no referir RGE.
La acalasia es una patología infrecuente (10casos / 100 mil habitantes), puede presentarse a cualquier edad, y afecta por igual a hombres y mujeres. Se produce por la ausencia de contracciones peristálticas y la falta de relajación del esfínter esofágico inferior, que impide el correcto paso de los alimentos al estómago.
El síntoma fundamental es la sensación de stop retroesternal. Puede existir regurgitación espontánea cuando el paciente está en decúbito o durante la ingesta, y puede confundirse con un vómito, pero a diferencia de este, el contenido es de alimentos que no han sido deglutidos y, por lo tanto, no tiene sabor ni ácido ni amargo ni tiene contenido biliar.
El diagnóstico diferencial es con otros trastornos esofágicos, motores o de otro tipo, enfermedades sistémicas o incluso tumores.
Los tratamientos actualmente aceptados son el endoscópico y el quirúrgico, y su objetivo es reducir la presión del EEI, para facilitar el tránsito de la comida hacia el estómago.