XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Presentamos una imagen que rememora uno de aquellos pasatiempos, en que aparecen dos dibujos entre los cuales hay que encontrar unas diferencias.
Irónicamente, invitamos con nuestra comunicación a encontrar las diferencias entre dos imágenes, en ellas las diferencias son enormes y se plantean dos escenarios muy diferentes de cómo se puede atender un paciente en su final de vida.
La muerte en nuestra sociedad es tabú y se vive, en muchas ocasiones, como un fracaso de la atención sanitaria. Existe una gran dificultad para vivirla como una etapa natural de la vida y se plantea una intervención, en ocasiones iatrogénica y con una medicalización excesivas.
Desde la Atención Primaria tenemos el privilegio de la atención longitudinal del paciente, de llegar a conocer sus valores, la familia y su entorno, sus voluntades y así, poder establecer un vínculo de confianza. El acompañamiento en el proceso de morir es una de las competencias y responsabilidades de la Atención Primaria.
Desde este escenario podemos acompañar a nuestros pacientes a poder tener una muerte digna, evitándoles un sufrimiento innecesario y también a sus familias. Si nuestro acompañamiento no es posible, es imprescindible que las personas que lo atiendan conozcan las voluntades y deseos del paciente, o en segundo término, de la familia.