Enfoque individual
Varón de 50 años, alérgico a penicilina que presentó en mayo 2019 una herida en el codo derecho con una espina de palmera. Desde entonces presentó nódulos subcutáneos que fistulizaban y drenaban espontáneamente. Fue tratado con antibioterapia en varias ocasiones con mejoría solo parcial.
A los 2 meses reconsulta por empeoramiento del dolor y limitación funcional progresiva.
EF: Tumefacción codo derecho. Edema anterolateral. Movilidad pasiva limitada y dolorosa. Neurovascular conservado.
PC: Analítica, artrocentesis con análisis del líquido y microbiología, radiografía convencional, ecografía.
El cultivo de hongos y bacterias fue negativo.
Anatomía patológica. Biopsia: trayectos fistulosos en codo derecho. Presencia de bacterias morfológicamente compatibles con Actinomyces.
Enfoque familiar y comunitario
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se realizó diagnóstico diferencial de codo doloroso pensando en patologías frecuentes como epicondilitis y epitrocleitis. También descartamos patología tendinosa y ligamentosa, bursitis olecraniana, así como enfermedades degenerativas del codo. Finalmente pensamos en artritis o sinovitis como diagnóstico más probable, debido a la tumefacción articular y la movilidad pasiva limitada y dolorosa.
Tratamiento y planes de actuación
Las actinomycosis responden a antibioterapia, aunque la respuesta suele ser lenta.
El tratamiento debe continuarse al menos 8 semanas.
Dosis elevadas de penicilina G iv suelen ser eficaces.
Tras varias semanas el tratamiento puede reemplazarse por Penicilina V oral.
También puede tratarse con Tetraciclina o Doxiciclina oral.
Pueden ser necesarios procedimientos quirúrgicos extensos y reoperaciones.
Evolución
El paciente fue tratado con Doxiciclina 100mg cada 12h oral y derivado a Traumatología para valorar intervención quirúrgica.
La incidencia de actinomycosis ha disminuído de forma llamativa desde la era preantibiótica.
Esto dificulta su reconocimiento e identificación precoz; conformando una enfermedad casi olvidada para el médico de familia.
Sin embargo Actinomyces continúa siendo el responsable de diversos cuadros clínicos.
Puede manifestarse como un absceso o fístula, una neumonitis semejante a la tuberculosa o una septicemia. El uso prolongado de antibióticos (45%) forma parte de los FR de esta enfermedad.