XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Realizar la valoración geriátrica integral de los pacientes que viven en las residencias. Adecuar la prescripción terapéutica a su diagnóstico situacional actual y reducir los pacientes polimedicados en la medida que sea posible.
Los pacientes que viven en residencias geriátricas presentan comorbilidad elevada y también polimedicación (10 o más principios activos prescritos) asociada a sus enfermedades. Muchas veces se trata de medicación iniciada por algún proceso agudo y que se ha mantenido de forma crónica. Otras veces son fármacos sin una clara indicación terapéutica por sus enfermedades activas. También existen los fármacos de bajo valor intrínseco farmacológico y aquellos que en una etapa de su enfermedad eran imprescindibles, pero su efecto terapéutico ha dejado de ser el esperado o deseable cuando se llega al punto de presentar una enfermedad crónica avanzada. El hecho de mantener a un paciente con polifarmacia incrementa el riesgo de interacciones farmacológicas y de toxicidad del paciente pues la farmacocinética de los fármacos no puede adaptarse a los cambios fisiológicos del anciano.
Se han seguido los criterios STOPP/START y de Beers, así como la guía específica de retirada de estatinas elaborada el 2017 por la comisión de conciliación terapéutica de pacientes crónicos existentes en nuestra zona territorial sanitaria.
Se han revisado un total de 238 pacientes en el último trimestre de 2017, de los cuales 74 eran polimedicados al inicio. Al acabar la tarea un total de 36 residentes se les ha podido adecuar su medicación evitando la polimedicación. El grupo farmacológico más retirado de los polimedicados ha sido el de las benzodiazepinas e hipnóticos (22,7% ), seguido de los IBP (15,9%) y del grupo de los antihipertensivos (14,3%).
Pacientes crónicos complejos. Pacientes polimedicados.