XXXIV Congreso de la semFYC - Gran Canaria
del 12 al 14 de junio 2014
Moderadora
Rosario Jiménez Leal
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. EAP Vallcarca-Sant Gervasi. Barcelona. Miembro del GdT sobre Adolescència i Salut de la CAMFiC. Excoordinadora del GdT de Atención a los adolescentes de la semFYC.
1. Riesgos de internet y las nuevas tecnologías para los adolescentes
Inmaculada Mesa Gallardo
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Responsable de la Unidad de Formación, Investigación y Calidad del Distrito Sanitario Condado Campiña. Huelva.
2. TIC y adolescencia: oportunidad y beneficios
Jose Pérez Gañán
Enfermero de Atención Primaria. EAP Vallcarca-Sant Gervasi. Barcelona. Responsable del Blog consultajove.net.
Resumen
El uso de los servicios sanitarios y de los recursos del Sistema de Salud, por parte de los adolescentes y jóvenes, se caracteriza por una baja frecuentación, un abordaje poco estructurado y un seguimiento irregular de los trastornos. O sea, que los jóvenes consultan poco, y además cuando lo hacen, se «pierden» en el seguimiento, y los profesionales a veces tenemos pocas herramientas para mejorar esta relación asistencial.
Los adolescentes y jóvenes raramente están enfermos, y cuando lo están, sus enfermedades son habitualmente poco importantes. Frente a esta realidad hallamos el hecho de que adoptan conductas de riesgo que pueden representar una patología futura o inmediata (como el consumo de tóxicos o el inicio no planificado de relaciones sexuales). Otro de los riesgos recientemente aparecidos es el «mal uso» de internet y el riesgo que esto comporta: conductas adictivas, acoso o abusos, aislamiento social…
España está por encima de la media europea en cuanto a la utilización de internet. Cada año se actualizan estos datos con una mayor inclusión de las nuevas tecnologías en la vida diaria de los más jóvenes. Datos recientes revelan que el 21,3% de los adolescentes españoles está en riesgo de desarrollar una adicción a internet debido al tiempo que dedica a navegar por la red, frente al 12,7% de media europea, según un estudio financiado por la Unión Europea.
Por otro lado, este mismo uso permite nuevas herramientas en el campo de la promoción de la salud y prevención: este medio puede servir para dirigir mensajes claros y directos a los más jóvenes, en su propio lenguaje, para aclarar sus dudas de forma más cercana y sencilla.
Ya existen estudios que consideran que los jóvenes que usan internet son más activos, tienen más amigos y están más implicados en la vida política. Así mismo, también existen publicaciones con los riesgos que pueden comportar estas conductas y algunos manuales para prevenir y detectar estos riesgos desde la familia, los servicios educativos y los servicios de salud.
Esta mesa intentará presentar y discutir sobre los riesgos y oportunidades en la atención a los adolescentes y el uso de las nuevas tecnologías.
1. Riesgos de internet y las nuevas tecnologías para los adolescentes
Las nuevas tecnologías están influyendo en todos los aspectos de la sociedad actual y tienen un enorme potencial para estimular las capacidades y el desarrollo positivo de los jóvenes. La hiperconectividad está cambiando nuestra vida cotidiana. Asistimos a un verdadero cambio de época, y esto implica riesgos y oportunidades en todos los ámbitos.
Los grandes protagonistas de este cambio son los adolescentes y jóvenes, los llamados nativos digitales, la mayoría de los cuales se conectan a diario. Los smartphones, el WhatsApp y las redes sociales son espacios vitales para ellos desde edades cada vez más tempranas, potenciando en ellos la sociabilidad y quizás es a la sociabilidad a la que nos volvemos adictos1.
El uso intensivo de las nuevas tecnologías puede entorpecer en gran medida la vida de los adolescentes. Algunos autores consideran que existe riesgo de dependencia y que los usuarios que menos riesgo tienen de esta son los que usan Internet para buscar información y mantener relaciones preexistentes, mientras que los que tienen más riesgo son los que las usan para socializarse y conocer a nueva gente, para formar parte de nuevos grupos. La sensación de anonimato, el distanciamiento físico, la posibilidad de usarlo cuando y como uno quiere, la ausencia de comunicación verbal facilitan la adicción, que quizás no es una adicción como tal, porque no se caracteriza por la repetición irracional de una conducta autodestructiva, pero sí promueve que las personas con determinados problemas o factores de riesgo (escasa autoestima, soledad, escasa estimulación social, introversión, consumo de sustancias, depresión o ansiedad, etc.) puedan hacer un uso problemático de la red2.
Otros riesgos que se deben tener en cuenta en los adolescentes son el establecimiento de contacto con desconocidos, el sexting, el ciber-bullying y el grooming.
El 25 % de los menores españoles de 15-16 años encuestados en el estudio EU Kids Online 2009-2011 tiene contacto a través de internet con personas a las que ha conocido en la red y con las que no tiene otro tipo de relación más allá de las redes sociales. Esto es más frecuente a mayor edad y entre los chicos3. Este contacto con desconocidos es más habitual en los mundos virtuales, juegos y chats que en otro tipo de aplicaciones.
El sexting consiste en el envío de contenidos de tipo sexual, principalmente fotografías o vídeos, producidos generalmente por el propio remitente y de forma voluntaria, a otras personas por medio de teléfonos móviles u otros dispositivos tecnológicos que, en algunas ocasiones, puede traer consecuencias como chantajes y abusos posteriores. Una vez difundido el contenido es casi imposible de borrar.
Dos de cada tres adolescentes españoles con edades comprendidas entre los 10 y 16 años posee un teléfono móvil y a los 15-16 años casi el 90 % tiene móvil. De los adolescentes que tienen móvil entre los 10 y 16 años, más del 80 % hace fotos con él, el 48 % las envía a otras personas y el 20,8 % las publica en internet según un estudio publicado por el observatorio INTECO y Orange4.
El 4 % de los adolescentes de 10 a 16 años reconoce haberse hecho fotos o vídeos en postura sexy con el teléfono móvil y un 8,1 % dice haber recibido fotos de otros adolescentes con este tipo de contenidos5.
En el entorno del sexting, la humillación pública puede considerarse ciberbullying, que se define como el acoso entre iguales en el entorno de las TIC. El ciberbullying es el uso o difusión de información ofensiva o difamatoria en formato electrónico a través de medios de comunicación como el correo electrónico, sistemas de mensajería instantánea, redes sociales, la mensajería de texto a través de teléfonos o dispositivos móviles o la publicación de vídeos o fotografías en plataformas electrónicas de difusión de contenidos. El acosado y el acosador se conocen en la vida física. En el estudio EU Kids, se pone de manifiesto que existe una correlación entre el bullying y el ciberbullying, siendo este último una nueva forma de un problema ya existente previamente más que un problema nuevo relacionado con las nuevas tecnologías3.
El grooming es el acoso establecido por un adulto. Se llama así al conjunto de acciones realizadas deliberadamente para establecer una relación y el control emocional sobre un menor con el fin de preparar el terreno para un abuso sexual posterior. Este tipo de conductas empiezan en la red y pueden terminar en delitos como la pornografía infantil o el abuso a menores6.
Internet tiene riesgos para la privacidad del adolescente. Todo lo que suben a internet, todo lo que comparten (fotos, etiquetas o lo que otros digan o cuelguen sobre ellos) formará parte de su identidad digital, que no es lineal, sino acumulativa, y todos estos datos van a influir en la reputación de la persona7. Es importante aprender a construir una reputación online positiva y satisfactoria.
También puede influir internet en la evolución de los trastornos de la conducta alimentaria. Existen páginas con contenidos que promueven este tipo trastornos (páginas pro-Ana o pro-Mía). En fases iniciales de estas enfermedades, en estas páginas se puede proporcionar información sobre métodos para perder peso de forma rápida, sin que se informe de los riesgos que esto supone. Una vez que la enfermedad está establecida, los adolescentes tienden a aislarse de su medio social por sentirse incomprendidos y atacados y estas páginas pueden constituir un lugar de apoyo y de refuerzo de las conductas de restricción alimentaria8.
Las nuevas tecnologías no son buenas ni malas, son susceptibles de ser utilizadas mejor o peor. La familia y los profesores tienen un papel importante en la educación y la formación de los adolescentes. Es necesario sensibilizar a las familias sobre la importancia del uso responsable, seguro y compartido de internet y las nuevas tecnologías. Es importante cuidar el modo de actuar de los adultos, los menores suelen imitarles, son sus modelos. Los profesionales sanitarios debemos estar familiarizados con el uso de las nuevas tecnologías para promocionar una utilización saludable y una detección precoz de síntomas de uso problemático, trastornos de la conducta alimentaria y otras patologías.
Bibliografía:
2. TIC y adolescencia: Oportunidad y beneficios
Vivimos en tiempo de crisis, en un mundo en pleno proceso de cambio y transformación. La televisión que ven hoy los más pequeños poco se parece a la de hace unos años. Algo parecido sucede con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC); es más, se puede afirmar que en el caso de Internet, los videojuegos y la telefonía móvil, la brecha cultural se acentúa. Nos encontramos ante una situación paradójica en la que a menudo los adolescentes tienen más habilidades tecnológicas que los adultos y, por tanto, en algunas ocasiones, incluso pueden ser ellos los que tienen que enseñarles. El conflicto generacional no es un fenómeno nuevo. En las sociedades contemporáneas los adolescentes se (re)afirman rechazando los valores y las normas vigentes en el mundo heredado de sus mayores. Por su parte, los adultos siempre han tenido la sensación de que se les escapaban ciertos aspectos en la educación y formación de sus hijos. Pero en estos momentos tenemos la percepción de que se está produciendo una mutación muy profunda en la que se invierten los términos de cualquier proceso educativo convencional.
Las nuevas TIC han revolucionado el estilo de vida de todos, pero sin duda el cambio más espectacular se ha producido en los adolescentes, ya que han nacido con ellas. Observar en los adolescentes una dedicación de tiempo y comportamientos muy diferentes a los que hemos tenido nosotros, sin duda, nos sorprende. No se entiende que se pasen horas ante una pantalla de televisión, un ordenador o un teléfono móvil. Cuesta comprender que, en lugar de estar jugando con los amigos en la calle, se encierren en casa a hablar con ellos a través de Messenger o del móvil o se conecten a las redes sociales virtuales (Tuenti o Facebook).
Las TIC han llegado a ser parte de la vida cotidiana en la actualidad; la disminución en sus costos y su popularidad han permitido incluirlas en casi cualquier actividad diaria. Para los adolescentes, el uso de las TIC es de vital importancia pues les permite comunicarse, divertirse y realizar sus actividades escolares.
Durante la adolescencia, la necesidad de ser parte del grupo se vuelve más importante, y las tecnologías han permitido ampliar las formas de interacción y de comunicación en los adolescentes. Gracias a los dispositivos electrónicos y a las diversas aplicaciones de Internet, los jóvenes comparten con «otros» imágenes e información de sí mismos y extienden su comunicación con amigos por medio del Facebook, Twitter, Tuenti o el imprescindible WhatsApp, es decir, la tecnología ofrece al adolescente medios y espacios de interacción que han generado nuevas formas de sociabilizar. El móvil es para ellos un signo de identidad, y una herramienta que les permite estar siempre conectados con sus amigos, lo que para ellos es positivo.
Los más jóvenes tienen claro que toda la información que puedan necesitar está al alcance de un clic; prefieren las herramientas intuitivas, fáciles de usar y atractivas estéticamente, como los fotologs, por encima de los blogs; les gusta más experimentar o descubrir cómo funciona una nueva herramienta con sus colegas, antes que leer las instrucciones; y reconocen que la aparición en el mercado de tecnología cada vez más asequible, más pequeña, y con más prestaciones, les hace la vida más fácil, aunque, como la mayoría de los usuarios, no aprovechan al 100 % las posibilidades que ofrecen estas herramientas de la vida moderna.
Entre las herramientas disponibles para la comunicación online, Messenger es, con diferencia, la más utilizada. Respecto al uso de redes sociales online, un tercio de los jóvenes españoles no utilizan ningún tipo de red social, blog o fotolog. Entre los que sí las usan, las herramientas y servicios más utilizados son, por orden de importancia, Tuenti y Fotolog en el conjunto de España.
Según la Asociación de Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), el 40 % de los niños y niñas españoles de 8 a 13 años dispone de teléfono móvil; mientras que entre los 11 y los 13 años, la cifra asciende a un total del 62,2 %. A su vez, un 40,4 % de los jóvenes dispone de televisor en su habitación; lo que constituye un incremento de más de 4 puntos con respecto a los datos de 2004. Lo mismo sucede si comparamos la presencia de ordenadores en las habitaciones de los jóvenes, que actualmente se sitúa en el 26,4 %; lo que supone un incremento de 4,3 puntos con respecto a los datos de 2004 (AIMC, 2007).
El reto de las instituciones sanitarias reside en fomentar el uso responsable de los dispositivos electrónicos como herramientas educativas en el proceso de enseñanza-aprendizaje, así como en generar estrategias innovadoras que permitan a los adolescentes aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a ser desde su nueva realidad cultural, caracterizada por una rápida y fácil producción de información. El papel del sanitario debe también adaptarse y convertirse en un facilitador de nuevas opciones que ayuden a los adolescentes a obtener, construir y aplicar nuevos conocimientos a partir de la integración de las nuevas tecnologías.
En el debate intentaremos presentar algunos ejemplos de herramientas TIC que, desde el ámbito de la salud, son oportunidades para mejorar la accesibilidad a las fuentes de información sanitaria fiables.