XL Congreso Nacional y I Congreso Virtual de la semFYC - Valencia
del 15 de septiembre al 6 de octubre de 2020
Punto de atención continuada.
Varón de 18 años.
Se ha despertado sobresaltado a las 3 am con disnea súbita. Niega dolor torácico, mareo, sudoración u otra clínica. Niega episodios previos similares.
Enfoque individual
Cursa 2º de Bachillerato.
No tiene alergias conocidas.
Tiene una válvula bicúspide normofuncionante y está diagnosticado de trastorno de déficit de atención e hiperactividad sin tratamiento farmacológico actualmente.
No tabaquismo ni alcoholismo. Afirma elevada ingesta de bebidas con alto contenido en cafeína. Bebe unas 3 latas a diario, con aumento del consumo durante el fin de semana y en época de exámenes.
A la exploración, destaca auscultación cardíaca arrítmica y rápida (>100lpm). Sin otros hallazgos. Buena saturación de oxígeno y buena auscultación pulmonar.
Tensión arterial 110/84.
Enfoque familiar y comunitario
Entorno familiar estructurado. Vive con sus padres, que no tienen antecedentes médicos de interés.
Sus amigos consumen alcohol en las quedadas de los fines de semana, eventos en los cuales el paciente prefiere consumir bebidas energéticas.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Taquiarritmia en paciente joven con antecedentes de alta ingesta de bebidas estimulantes.
Como primera posibilidad, fibrilación auricular (FA), que se confirma el realizar electrocardiograma.
Al ser consumidor habitual de bebidas energéticas, no se puede asegurar el inicio de la arritmia.
Tratamiento y planes de actuación
Realizamos ECG: FA con respuesta ventricular rápida a 132 latidos por minuto.
Se deriva al paciente a las urgencias hospitalarias.
Evolución
En hospital, confirman FA. Dado que no se puede establecer con seguridad el inicio del cuadro, realizan ecocardiograma transesofágico previo a cardioversión eléctrica.
El ritmo revierte a sinusal. CHADVASC 0.
Al alta: anticoagulación con edoxaban 1 mes y recomendación de abandono de consumo de bebidas energéticas.
El consumo de bebidas energéticas ha aumentado, sobre todo en población joven. Estas bebidas son perjudiciales, no solo por su contenido en azúcar sino por su gran contenido en cafeína y/u otros estimulantes.
Es necesario conocer el potencial arritmogénico de estas bebidas y hacer educación sanitaria e informar a la población de lo perjudicial de su consumo.