XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
El objetivo del presente estudio es comprobar si realizamos un correcto registro de las alergias a medicamentos, que fármacos son los más alergénicos en nuestra comunidad y si es necesario o no confirmar las alergias con pruebas especializadas.
Estudio descriptivo transversal sobre alergias a fármacos. Se incluyeron los pacientes con antecedentes de alergias medicamentosas que acudieron a un CAP urbano formado por dos áreas básicas con una población de 45.000 habitantes, durante un periodo de 2 meses; con previa autorización mediante consentimiento informado. Se realizó una encuesta ad hoc con cuestiones referentes a la reacción alérgica al fármaco.
Se registraron un total de 91 pacientes con antecedentes de alergias farmacológicas (63% mujeres). En el 92.3% había registro de la alergia en el programa informático.
Edad media reacción: 34 años (DS:18,16). Fármacos implicados más frecuentemente: penicilinas (35,2%), AINES (15,4%). En el 63,3% la vía de administración fue oral. Clínica más frecuente: cutánea (65,9%) y anafilaxia (15,4%). No se encontró relación estadísticamente significativa entre vía de administración y la clínica (p>0,05). El 45,1% había tenido contacto previo y un 5,5% tuvo un contacto posterior a la reacción. Sólo un 23,1% se confirmó mediante un estudio de alergias. Un 7,7% de los casos la reacción fue probablemente no alérgica.
La mayoría de reacciones alergias a fármacos están registradas en la historia clínica informatizada, aunque no se ha realizado un estudio que lo confirme; existiendo unos pocos casos en que se trata realmente de una reacción adversa farmacológica no alérgica.
El grupo terapéutico más alergénico son las penicilinas, seguido de los AINES; dos grupos terapéuticos muy útiles en primaria, que se dejan de prescribir sin un estudio de confirmación. En estos casos, creemos que es muy oportuno la confirmación diagnóstica mediante un estudio de pruebas alérgicas farmacológicas.