13-14-15 de noviembre de 2025
Atención Primaria. Atención especializada: neurología, oftalmología, medicina interna, psiquiatría.
Paciente de 81 años, pluripatológica que acude a consulta por presentar, desde hace varios meses, alucinaciones visuales complejas. El inicio fue abrupto en diciembre de 2021 y también se han producido en algunas ocasiones alucinaciones auditivas y más dudosamente, táctiles.
Esto ocurre siempre por la tarde-noche y en situaciones de luminosidad escasa, y estando acostada en la cama.
Enfoque individual
En cuanto a la temática es múltiple, habiendo visto a Jesucristo, figuras humanas desconocidas, también insectos y otros animales. Estas visiones tienen un impacto emocional moderado ya que le esta cogiendo miedo a quedarse sola en casa y también a la oscuridad.
Critica correctamente la no existencia de las alucinaciones, y se queda tranquila cuando su familia le dice que eso que ve no existe.
Exploración física y neurológica y psicopatológica sin alteraciones.
Derivada a Neurología se le realiza EEG (normal) y TAC: signos de atrofia cortical difusa y leuoraiosis moderada.
En analítica de sangre se objetiva hipovitaminosis B severa.
Antecedentes personales:
Enfoque familiar y comunitario
Vive con su marido y una hija que cuida de ellos cuando no trabaja. (Es guía turística).
Tienen otro hijo casado y dos nietos que vive en otro domicilio.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
JCL: En persona con déficit visual importante que presenta alucinaciones de causa orgánica hay que sospechar un síndrome de Charles Bonet.Tratamiento y planes de actuación
Se inció suplementación con Vitamina B im. y una dosis baja de quetiapina por la noche con mejoría importante de la clínica aunque sin completa desaparición de las alucinaciones.
El tratamiento es el de la enfermedad de base, la pérdida visual, que en este caso no puede ser curado aunque se realiza tratamiento intravitreo.
Evolución
Se mantiene en la actualidad el mismo tratamiento quetiapina y tratamiento de la DMAE con estabilidad del cuadro.
El médico de familia, mediante una buena historia clínica y con pruebas que están a su alcance está capacitado para hacer un diagnóstico certero.