Atención primaria.

Analítica de control en un paciente asintomático, obeso y con hábitos poco saludables.

Enfoque individual

Varón de 63 años, dueño de un bar, con antecedentes de insuficiencia venosa periférica y un episodio de tromboflebitis en 2017. Obeso (IMC 36,45), fumador de 47 paquetes/año, bebedor de 13 UBEs diarias hasta hace un año. Sedentario, a excepción de su trabajo, e ingesta excesiva de hidratos de carbono y grasas saturadas. Su esposa es una paciente pluripatológica y dependiente conocida en nuestro cupo.

No refiere alergias conocidas.

Tratamiento actual: AAS 100mg/24h y Pentoxifilina 400mg/12h.

Sin hallazgos significativos en la exploración.

Acude para recoger resultados de analítica de control, en la que hemos pedido HbA1c para descartar una posible prediabetes.

Los resultados de la analítica son normales: HbA1C 5,8%, sin otras alteraciones.

Solicitamos una Sobrecarga Oral de Glucosa para descartar intolerancia a la glucosa, resultando negativa.

En esta visita posterior refiere tos productiva de varias semanas de evolución, por lo que realizamos espirometría para descartar EPOC, que también resulta normal.

Enfoque familiar y comunitario

Madre con Diabetes mellitus tipo II (DM) y padre con EPOC.

Estrés familiar por la situación de dependencia de su esposa.

Preocupación por el traslado de su bar debido al aumento del precio de los alquileres en su barrio.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Alto riesgo de diabetes

Tratamiento y planes de actuación

La ausencia de datos de patologías desarrolladas nos exime de actuaciones terapéuticas, aunque persiste el deber de prevenir un desarrollo futuro de éstas.

Iniciaremos actuaciones sobre el hábito tabáquico, enólico y dietético del paciente para fomentar su noción de salutogénesis e implicarle en el mantenimiento de su propia salud.

Evolución

Dos meses más tarde el paciente ha disminuido de peso y ha reducido considerablemente su consumo tabáquico. Se siente más satisfecho con su vida.

Los pacientes “sanos” son muchas veces infravalorados en consulta, a pesar de ser el grueso de nuestros cupos, debido a la carga de trabajo y al enfoque patogénico que empleamos. Considero importante reforzar el enfoque salutogénico en nuestra práctica diaria, motivando e implicando a los pacientes en el mantenimiento de su propia salud, sobre todo en enfermedades tan prevalentes y evitables como diabetes o EPOC. Dadas las previsiones demográficas futuras, la prevención es nuestro mejor aliado.