XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención Primaria
Caso multidisciplinar.
Artralgias múltiples.
Enfoque individual
Antecedentes personales: Hombre de 72 años, con antecedentes de hipertensión arterial, fibrilación auricular anticoagulada con acenocumarol, insuficiencia renal crónica, tumor vesical de alto grado intervenido y controlado. Hiperuricemia con tratamiento hipouricemiante.
Anamnesis: el paciente acude a la consulta por diversos motivos: flemón dental, ampolla hemorrágica en talón izquierdo por uso de plantillas y dolor en primer dedo pie derecho.
Exploración: edema, inflamación, eritema y dolor a nivel primer dedo pie derecho.
Pruebas complementarias:
Analítica: destaca urato de 7,5 mg/dL, PSA 3,4ng/mL.
Bioquímica de orina: excreción de proteína 672 mg/24h.
Radiografía de pies: signos artríticos en articulación metatarsofalángica e interfalángica distal del primer dedo del pie derecho e interfalángica distal del tercer dedo del pie. Osteonecrosis vascular vs. metabólica.
Enfoque familiar
Buen soporte familiar, casado, una hija.
Desarrollo
Artrosis, celulitis, fractura por estrés, artritis infecciosa, artritis autoinmunes, artritis por depósito, artritis reumatoide, metástasis óseas.
Tratamiento
Ajustar tratamiento hipouricemiante y tratamiento sintomático durante las crisis de dolor.
Evolución
Actualmente el paciente se encuentra asintomático y bien controlado con tratamiento hipouricemiante. En seguimiento conjuntamente por nefrología y atención primaria.
Una crisis gotosa debe tenerse en cuenta en el diagnóstico diferencial de un dolor articular pese a un correcto tratamiento hipouricemiante.
A día de hoy, todavía podemos encontrar artritis erosivas agresivas en pacientes tratados correctamente.
El diagnóstico diferencial de una artritis erosiva por imagen debe incluir una artritis gotosa.