XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Atención Primaria
Caso multidisciplinar
Dolor de tobillo
Enfoque individual
Mujer de 54 años, con retraso del desarrollo mental y esquizofrenia, consulta por dolor en tobillo derecho, sin traumatismo previo, de difícil filiación dadas las características de la paciente. No claro dolor a la palpación de puntos óseos ni a la movilización de las articulaciones implicadas. Radiografía de pie y tobillo derecho normales.
Enfoque familiar
Vive con su hermana.
Desarrollo
Sobrecarga muscular, fascitis plantar, esguince de tobillo.
Juicio clínico: esguince de tobillo
Tratamiento
Antiinflamatorios. Ver evolución.
Evolución
Semanas después, vuelve refiriendo dolor en ambos tobillos y rodilla izquierda, muy incapacitante, sospechándose sobrecarga por mal apoyo, por lo que se ajusta la analgesia. Días más tarde, acude de nuevo, acompañada por su cuidadora, quién explica las limitaciones que le produce el dolor y, además, cuenta astenia y pérdida de peso moderada reciente. Para descartar posibles procesos patológicos, se solicitan analítica, con el hallazgo de VSG 120 y PCR 86, factor reumatoide, CEA y BHCG negativos, y radiografía de tórax que es normal. Exploración física con auscultación cardiopulmonar normal, no adenopatías, y se evidencian placas hiperqueratósicas en rodillas y codos compatibles con psoriasis, y dactilitis del tercer dedo del pie izquierdo. Ante la sospecha de artritis psoriásica, se deriva a la paciente a Reumatología, quiénes confirman el diagnóstico.
La artritis psoriásica es una enfermedad autoinmune seronegativa que puede acompañarse de lesiones cutáneas y ungueales. La prevalencia en la población general es de 0,3-1%. Más frecuente entre los 30 y 50 años, pero puede aparecer a cualquier edad. Generalmente, la afectación cutánea precede a la articular (6-42% de los pacientes con psoriasis desarrollarán una artritis psoriásica). Existen distintas formas según su extensión y gravedad. Sigue un curso fluctuante, con exacerbaciones que cursan con dolor e inflamación de articulaciones, dolor y/o rigidez cervical, y dactilitis. El tratamiento son los antiinflamatorios, en formas agresivas y con crisis frecuentes, puede ser necesario un tratamiento modificador de la enfermedad.
No debemos subestimar en ningún caso los síntomas que nos cuenta el paciente, independientemente de las dificultades que tengamos en la realización de la anamnesis. Debemos apoyarnos en una exploración física completa y las pruebas complementarias que consideremos necesarias.