Enfoque individual

Mujer 77 años, hipertensa, artrosis. Gonalgia mecánica, que no mejora con analgésicos y que ha evolucionado hasta hacerse de reposo. En la exploración física encontramos tumefacción de la rodilla, sin eritema ni calor, dolor a la palpación del hueco poplíteo, dificultad para la flexo-extensión, maniobras meniscales negativas.

Hallazgos ecográficos

Mediante ecografía observamos imagen anecogénica en hueco poplíteo en espacio entre gastrocnemio interno y semimembranoso, sin flujo Doppler, compatible con quiste de Baker. Se comprueba la permeabilidad del sistema venoso profundo a nivel del hueco poplíteo y la ingle, descartando trombosis venosa profunda.

Desarrollo

Quiste de Baker.

Tratamiento

Se coloca vendaje compresivo y se pautan aines, con especial cuidado, ya que es hipertensa.

Evolución

Al reevaluar a la paciente ésta continua con dolor, se comprueba la persistencia del quiste de Baker mediante ecografía, y se decide realizar extracción ecoguiada del líquido (en total 12 mililitros) y se coloca de nuevo vendaje. Días después, nos cuenta nula mejoría, y al explorar la rodilla descubrimos que presenta una exploración física compatible con tendinitis de la pata de ganso.

El quiste de Baker es un acúmulo de líquido sinovial en la bursa gastrocnemio-semimembranosa, favorecido por alguna patología que estimula la producción de líquido sinovial, siendo la artrosis la más frecuente. Suele cursar como tumefacción local, gonalgia posterior irradiada a pantorrilla que empeora con el ejercicio, y limitación para la flexoextensión. En ocasiones puede romperse, produciendo una reacción inflamatoria en la pantorrilla muy dolorosa. El diagnóstico se basa en la sospecha clínica y confirmación mediante prueba de imagen, siendo la ecografía la técnica de elección. El tratamiento va desde el manejo conservador, hasta cirugía, pasando por el tratamiento con aines y vendaje compresivo o la punción-aspiración, dependiendo de la clínica y el tamaño del quiste.

La ecografía es un método de exploración sencillo, accesible, económico, fiable si se tiene experiencia, y no invasivo para el paciente. Sin embargo, aunque es obvio los numerosos beneficios que nos aporta en Atención Primaria, en ningún caso debemos dejar de lado otros métodos menos tecnológicos pero igualmente valiosos y efectivos, como es el caso de la exploración física.