XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
El área básica de salud(ABS) tiene una población infanto-juvenil (0-18 años) de 1.661 pacientes, distribuidos en cinco escuelas de primaria y un instituto. Durante el período escolar 2017-2018 se crearon las comisiones técnicas sociales interdisciplinarias constituidas por profesionales del centro educativo, el equipo psicopedagógico del centro escolar , servicios sociales municipales y el equipo de atención primaria(EAP) de pediatría (pediatras/enfermeras / trabajadora social), con el objetivo de detectar la infancia vulnerable del área básica y elaborar un plan de trabajo conjunto, proactivo e integral con los agentes de salud para dar respuesta al paciente y su entorno familiar.
Se llevaron a cabo dos reuniones en las escuelas y tres en el instituto con el fin de detectar y/o hacer seguimiento de los menores que presenten algún tipo de problemática para intervenir de manera coordinada y proactiva. Se estudia cada caso durante la reunión de equipo, bajo un contexto de confidencialidad por parte del EAP, atendiéndose solo las patologías que pueden ser tratadas desde el ámbito escolar y social. En caso de necesidad se realizará intervención a nivel familiar y/o derivación a psiquiatría infantil, estimulación precoz, logopedia, actividades de refuerzo escolar, etc.
Se realizaron 170 intervenciones, de las cuales 100 fueron primeros casos(55 niños /45 niñas), representando un 8% del total de los menores escolarizados; el 26% fueron derivados a psiquiatría infantil, manteniéndose el 25% en seguimiento y el 27% controlados por el EAP.
Los principales diagnósticos atendidos fueron infancia vulnerable(30%), trastornos en el desarrollo escolar(16%), conflictos familiares(8%), TDAH(7%), trastornos conductuales(6%), inadaptación escolar(6%).
El trabajo con los agentes de salud que atienden la población infanto-juvenil facilita la detección de casos de riesgo y permite realizar una atención proactiva para evitar su posible cronicidad.
La interdisciplinariedad es un potencial que suma para la detección y mejora continua en la atención a la infancia en riesgo.