Congreso de Residentes, JMF, Tutores y Unidades Docentes de la semFYC
21 y 22 de abril de 2023
Atención Primaria.
Mujer de 55 años que consultó por astenia generalizada de meses de evolución, se realiza analítica donde destaca GGT de 200 U/L.
Enfoque individual
Sin alergias medicamentosas, fumadora de 10 c/día, no enol. Como antecedentes destaca obesidad mòrbida, IMC de 58.6 y diabetes mellitus no insulinodependiente. Su tratamiento habitual consiste en metformina, diliban y pregabalina. Exploración física estrictamente normal excepto por la obesidad. Se realiza analítica de control donde destaca alteración del perfil hepático con elevación de GGT de 235 U/L y leve elevación de ALT 42 U/L, cifras similares a analíticas previas. Ninguno de sus fármacos habituales justifica dicha alteración.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se solicitan serologías para hepatitis víricas, que son negativas, y marcadores de autoinmunidad donde destaca ANA + 1/1280, AMA + 1/80 y Anti-M2 +. En contexto de mujer con elevación persistente de GGT y marcadores de autoinmunidad positivos, sospechamos de cirrosis biliar primaria.
Tratamiento y planes de actuación
Ante nuestra sospecha diagnóstica y la estabilidad clínica de la paciente se decidé realizar derivación a Digestivo para completar estudio.
Evolución
La paciente presentó en todo momento estabilidad clínica, fue visitada por Digestivo, que confirmo sospecha diagnóstica y resta pendiente de realización de ecografia abdominal.
Conclusiones (y aplicabilidad para la Medicina de Familia)
La GGT es el marcador hepático más sensible ante una alteración de origen hepático. Ante un aumento persistente de GGT de etiología no filiada, se recomienda realizar un control a los tres meses. Si éste persiste se debe ampliar el estudio y realizar el diagnóstico diferencial con la esteatosis hepática no alcohólica (causa más frecuente), hábito enólico, las enfermedades hepáticas autoinmunes, destacando la cirrosis biliar primaria en mujeres, las hepatitis virales y las patologías que generan colestasis (litiasis biliar y neoplasias biliares, pancreáticas o hepáticas). Del mismo modo, se debe revisar el tratamiento y la presencia de patologías extrahepáticas como la insuficiencia renal, cardiopatía isquémica, EPOC, diabetes mellitus, que pueden justificar dicha elevación. En nuestro caso, revisamos las posibles causas autoinmunes que podían justificar dicha elevación para solicitar los marcadores de autoinmunidad correspondientes, que nos permitieron realizar una sospecha diagnóstica.