Maruxa vive en una aldea muy bonita, en una casa con huerto, corral y un pajar donde guarda su tractor.

A Maruxa no le picó ningún mosquito transmisor de alguna enfermedad tropical, ni heredó en monocigosis ningún síndrome extraño, ni tuvo una presentación atípica de alguna de las muchas enfermedades crónicas que manejamos en Atención Primaria. Con su caso no pretendemos impresionaros con nuestra pericia diagnóstica.

El motivo que hace a Maruxa tan especial y que nos animó a grabar su relato es su capacidad de autocuidado y el uso que hace de los recursos sanitarios. La experiencia que queremos presentar consiste en un cortometraje en el cual la propia Maruxa explica sus estrategias de autocuidado.

Con su ejemplo queremos reivindicar una manera respetuosa, generosa y justa de utilizar la sanidad pública, haciéndola a su vez más accesible a aquellos que tienen más dificultades para solicitar asistencia sanitaria. Por otro lado, queremos tambien empoderar a la población en autocuidado y resolución de problemas banales de salud. Queremos hacer valer a través de su experiencia que más autocuidado implica menos cuidados inversos, más equidad. Su relato nos inspira a trabajar con la comunidad en esa línea, en estos tiempos de sobredemanda e inmediatez que limitan la accesibilidad de los más frágiles.