XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención Primaria
Caso multidisciplinar
Paciente que acude a consulta presentando dolor laterocervical derecho.
Enfoque individual
Antecedentes personales: No alergias medicamentosas conocidas. Espondiloartrosis. Bocio multinodular endotorácico de 12 años de evolución.
Anamnesis: Mujer de 78 años, diagnosticada de bocio nodular. Se le planteó tratamiento quirúrgico al diagnóstico, siendo rechazado en varias ocasiones, pero aceptó tratamiento con I-131 dos años antes de la consulta actual, con buena tolerancia y ausencia de efectos secundarios. Unos meses más tarde, inició tratamiento con Levotiroxina por hipotiroidismo subclínico. Un mes antes, le realizaron una extracción dental. Desde entonces, la paciente ha referido aumento de tamaño de tumoración laterocervical derecha con dolor. Afebril. No disfagia ni sensación disneica.
Exploración: Bocio grado IV, doloroso. Temperatura discretamente elevada a la palpación.
Pruebas complementarias: Analitica: PCR: 8.41; Leucocitos 22.49 (76%neutrófilos). Radiografía de tórax: Desviación traqueal izquierda. Se deriva a hospital de referencia donde se le continúa el estudio. Ecografía cervical: Aumento de vascularización en glándula tiroidea. Nódulo quístico probablemente infectado. Se diagnostica como tiroiditis, tratada con amoxicilina/clavuláncio. En revisiones posteriores se amplía el estudio con nuevas pruebas complementarias. Punción-Aspiración con aguja fina: Carcinoma indiferenciado (anaplásico). TAC cervical: Hallazgos radiológcos compatibles con carcinoma anaplásico de tiroides. Adenopatías metastásicas necróticas laterocervicales bilaterales.
Enfoque familiar
Jubilada. Casada. Familia nuclear en fase de nido vacío. Nivel sociocultural bajo. Buen apoyo familiar.
Desarrollo
En un principio se identificó una Tiroiditis. Tras completar estudio, el diagnóstico fue Carcinoma anaplásico de tiroides.
El diagnóstico diferencial se completa con bocio, abceso cervical o adenopatías cervicales.
Tratamiento
Desestimada para tratamiento quirúrgico y para tratamiento quimioterápico por oncología, por la edad de la paciente y por patología. Inicia seguimiento por cuidados paliativos.
Evolución
La paciente falleció a los 5 meses tras el diagnóstico.
La autonomía del paciente y su papel en la toma de decisiones es fundamental en nuestra práctica clínica. Nuestro deber es ofrecerle al paciente todas las opciones terapéuticas posibles, comunicarles los riesgos y beneficios de cada una, aconsejarles y respetar su decisión. El hecho de que un paciente elija una opción terapéutica que, a priori, no nos parezca la más indicada, no nos debe hacer olvidar las posibles complicaciones que pueden aparecer en el futuro.