XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar
Varón de 35 años que acude a consulta por tumefacción y eritema en región mandibular derecha.
Enfoque individual
Sin antecedentes personales, refiere tumefacción y eritema en región mandibular derecha de días de evolución, y que le ha sucedido en varias ocasiones a lo largo de los últimos dos años, habiendo recibido tratamiento antiinflamatorio y antibioterapia en múltiples ocasiones. A la palpación, presenta dolor a nivel de parótida derecha, sin palpar litiasis ni salida de saliva ni secreción purulenta a través de la carúncula. Afebril, sin otra sintomatología. Se solicita ecografía que informan de litiasis obstructiva en zona distal de conducto de Stenon, con parótida sugestiva de parotiditis crónica. Ante la recurrencia de episodios y la causa obstructiva se remite a otorrinolaringología y cirugía maxilofacial.
Enfoque familiar y comunitario
Sin antecedentes familiares.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Sialolitiasis crónica obstructiva.
Diagnóstico diferencial: Sialoadenitis obstructiva no litiásica, sialoadenitis aguda epidémica, sialoadenitis bacteriana, flemón dental.
Tratamiento y planes de actuación
Medidas higiénico-dietéticas, AINEs y antibioterapia. Pendiente de sialoRM y manejo definitivo por cirugía maxilofacial.
Evolución
Tórpida.
La sialoadenitis crónica se caracteriza por la inflamación recurrente de las glándulas salivales, afectando mayoritariamente a la parótida, con periodos intercríticos asintomáticos. La etiología es variada, se puede localizar tanto en el conducto excretor como en el propio parénquima. Alrededor del 85% de las obstrucciones del conducto salival por litiasis ocurren en la submaxilar, asentando en el conducto de Wharton. Son factores predisponentes estados de deshidratación, traumatismos, gota o consumo de tabaco. La primera prueba diagnóstica ante sospecha de causa obstructiva es la ecografía.
Actualmente se recomienda instaurar un tratamiento precoz tras el segundo episodio (AINEs, corticoides orales o antibioterapia si precisa frente a gram positivos y flora saprofita oral), además de las recomendaciones higiénico-dietéticas procedentes. Es importante que el médico de familia conozca las causas y la exploración, que sospeche el cuadro y descarte causas potencialmente graves (neoplasias, VIH, TBC, Sjögren, etc) e instaure tratamiento farmacológico, al menos inicialmente y sobre todo insistir en ingesta abundante de líquidos, hacerse masaje de la glándula y mantener buena higiene oral. En caso de recurrencia de los síntomas, necesidad de pruebas complementarias adicionales o mala evolución del tratamiento se recomienda remitir para ampliar estudio.