XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Desarrollar un protocolo de Atención Integrada Sanitaria Social para identificar y realizar intervenciones proactivas en pacientes con fragilidad inicial y riesgo social. Las intervenciones incluirán sesiones de promoción de la salud, adecuación farmacológica y utilización de activos comunitarios. El objetivo es ralentizar la progresión hacia la dependencia y mantener la autonomía del paciente.
Se implementará el protocolo FRAGILICAT en un centro de Atención Primaria en Mataró, comarca del Maresme (Barcelona). Se realizará un cribaje de fragilidad inicial utilizando los tests VIG-FRAIL y Gerontopole en pacientes mayores de 65 años con riesgo social, evaluado mediante las escalas TSO.
Se llevarán a cabo visitas conjuntas entre el trabajo social sanitario y el trabajo social de servicios sociales para detectar necesidades, informar sobre los servicios disponibles y elaborar un plan individual. Este plan incluirá la asistencia a cuatro sesiones de promoción de la salud, actividades comunitarias y rehabilitación. Se empoderará a los pacientes en el manejo de su estado de salud.
Las sesiones de promoción de la salud contarán con la participación de diferentes miembros del equipo de Atención Primaria, incluyendo enfermería, médicos de familia, fisioterapeutas, psicólogos, nutricionistas, farmacéuticos de atención primaria y trabajadores sociales.
La coexistencia de fragilidad, dependencia y cronicidad se beneficia de una atención proactiva sanitaria y social centrada en la persona, con el fin de mantener al máximo las capacidades físicas, funcionales y cognitivas, y evitar la institucionalización. Es crucial la coordinación multidisciplinar entre los profesionales sociales y sanitarios para asegurar el éxito del programa y maximizar sus beneficios potenciales.
Esta actividad es fácilmente aplicable, ya que requiere la intervención de profesionales y recursos ya existentes en los centros de Atención Primaria. El interés radica en identificar e intervenir específicamente en pacientes con fragilidad inicial y riesgo social, como una estrategia para prolongar la autonomía y mejorar su bienestar utilizando los recursos disponibles actualmente.