Saber qué conocimientos y actitudes sobre Medicina de Familia (MF) tienen los estudiantes de medicina en  su quinto año del grado, y si  estos se modifican tras cursar una asignatura sobre esta materia.

Diseño: estudio “antes-después”.

Ámbito de realización: académico.

Criterios de selección: estudiantes matriculados en  una asignatura obligatoria de MF en  el curso 2016-2017. 

Sujetos incluidos: 96 estudiantes, 77 contestaron el pretest y 88 el postest, 69 contestaron ambos.

Variables:

Dependiente: conocimientos y actitudes sobre MF (respuesta a los 21 items del “Cuestionario de valoración de actitudes y conocimientos acerca de la MF”, CAMF, autoadministrado y anónimo, con 5 opciones de respuesta en  una escala Likert).

Independientes: Sexo, edad. 

Mediciones: Previamente al comienzo de las clases, y el día del examen final de la asignatura, se les invitó a contestar al cuestionario.

Análisis estadístico: t de Student para datos relacionados y test de Wilcoxon.

La mediana de edad era de 22 años; 63,5% eran mujeres.

Se encontraron diferencias estadísticamente significativas, con mejora de conocimientos y actitudes en el postest para 13 ítems. Las más llamativas (p<0,0001): se pasaba de 43,5% a quienes agradaba “la idea de trabajar  en el futuro como médico de familia” al 60,9%, y del 5,9% para quienes era su primera opción laboral al 14,7%; del 64,7% para quienes el “actual sistema de atención primaria proporciona mejor asistencia que la antigua ambulatoria” al 91,2%; del 60,3% que decía tener “buen conocimiento del trabajo del médico de familia” al 82,4%; y del 77,6% que consideraba al “médico de familia competente para prestar la mayor parte de la atención” al 94,0%.

Se pasaba de una puntuación media del CAMF de 19,2 (DE:7,1) a 24,6 (DE: 7,9), p<0,0001.

Los conocimientos y las actitudes hacia la Medicina de Familia de los estudiantes de quinto curso mejoran ostensiblemente tras cursar una asignatura específica.