XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Conocer las características y la utilidad del seguimiento telefónico a los pacientes con COVID-19 durante las primeras cinco olas de pandemia.
Cohorte histórica (auditoría de historias clínicas). Se estudiaron casos probables (1ª ola) y confirmados (1º-5ª ola) de SARS-CoV-2 (26/02/2020 a 27/07/2021) de un Centro de Salud urbano. Variables: ámbito de atención inicial y seguimiento telefónico (número de llamadas y duración); variables sociodemográficas (incluyendo estructura familiar), curso clínico (sintomatología, vulnerabilidad, pruebas complementarias, tratamiento farmacológico, ingreso hospitalario y desenlace). Análisis bivariante y multivariante (regresión logística). Autorización del Comité de Ética.
1037 pacientes (45,0 ± 19,4 años, 55% mujeres, 25,5% vulnerables, 16,2% familia no nuclear). Primer contacto médico más frecuente en Atención Primaria (AP) (58,2% telefónica, 29,3% presencial; 2,2% domicilio) que en Urgencias del Hospital (UH) (11%). Una primera valoración domiciliaria o en Urgencias Hospitalarias (UH) se relacionó con síntomas más prolongados, estructuras familiares no nucleares y uso de antibioterapia (p < 0,05 Χ2). Las radiografías (23,7%) y análisis de sangre (18,9%) fueron más frecuentes en urgencias (74,1% y 58,6%; p < 0,001 Χ2). Todos los pacientes tuvieron seguimiento telefónico con media de 4,2 ± 2,8 llamadas durante 14,2 ± 8,5 días, superior en la atención domiciliaria (10,8 llamadas ± 2,7), en UH (18,1 días ± 12,3) y en la primera ola (8,2 llamadas ± 4,4 durante 17,1 días ± 10,3) (p < 0,01 ANOVA). El seguimiento superior a 14 días se asoció con mayor edad (OR 1,01 - 1,04), los síntomas de alarma (OR 2,82 - 9,34) y la primera ola (OR 1,92 - 5,33).
La inmensa mayoría de la población optó por ser atendida en Atención Primaria en las cinco primeras olas de la pandemia COVID-19. El seguimiento telefónico permitió una valoración clínica adecuada y una gestión eficiente de la atención médica posterior. El seguimiento fue más prolongado durante la primera ola, y luego dependió de la edad en pacientes mayores y la peor evolución clínica. La atención domiciliaria o en urgencias del hospital podría estar también relacionada con una mayor duración del seguimiento telefónico.