Atención Primaria.

Adenopatías inguinales.

Enfoque individual

hombre de 63 años, hipertenso en tratamiento farmacológico. Consulta por aparición de bultomas inguinales con un año de evolución de crecimiento progresivo, sin signos flogóticos, fiebre ni síndrome general. En la exploración destaca la presencia de al menos cuatro adenopatías inguinales de consistencia firme y móviles, al menos una de ellas de tamaño superior a 2cm.

Hallazgos ecográficos

Se identifican cuatro adenopatías inguinales, las de mayor tamaño de 20x5mm y 14x5mm, varias de ellas con pérdida de arquitectura, siendo hipoecogénicas sin hilio y con vascularización central.

Pruebas complementarias

Tras la ecografía a pie de cama realizada en la primera consulta, se completa el estudio con Rx de tórax, sin hallazgos significativos, y analítica sanguínea con serologías de virus negativas, perfil hepático normal y hemograma en el que se identifican en morfología de sangre periférica linfocitos atípicos de pequeño tamaño y cromatina madura con disposición en grumos y sin nucléolo.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Dadas las características ecográficas patológicas de las adenopatías y los resultados analíticos, se plantea proceso linfoproliferativo como primera posibilidad frente a otras causas como adenopatías inguinales reactivas a procesos infecciosos.

Tratamiento y planes de actuación

Se contacta con Hematología iniciando estudio mediante TAC body, PET y biopsia de adenopatía inguinal, siendo diagnosticado de linfoma folicular. 

Evolución

El paciente inicia tratamiento con quimioterapia R-CHOP. Tras completarlo, se logra estabilidad de la enfermedad sin progresión de la misma, encontrándose el paciente asintomático.

La aparición de adenopatías es un motivo de consulta frecuente en Atención Primaria, siendo la causa más frecuente el origen infeccioso, especialmente en pacientes jóvenes. En mayores de 40-50 años, sin embargo, la probabilidad de malignidad aumenta sustancialmente. Por ello, una adecuada caracterización de las mismas resulta imprescindible. No obstante, la exploración tiene una utilidad limitada para ello, siendo el tamaño la característica con mayor valor predictivo.  La ecografía clínica permite una medición precisa del tamaño y la identificación o no de las características ecográficas normales: forma alargada, bordes bien definidos, presencia de hilio hiperecogénico con corteza hipoecogénica y vascularización hiliar. Información todo ello, que puede resultar determinante a la hora de establecer una sospecha de malignidad, y por tanto acelerar el proceso diagnóstico o de derivación.