Atención Primaria y hospitalaria (Hematología).

Mujer de 40 años que consulta por náuseas y vómitos acompañado de dolores articulares generalizados de 2-3 días de evolución.

Enfoque individual

Antecedentes personales o familiares: no refiere. Tratamiento habitual: analgesia.

La paciente acude por dolores articulares generalizados de unos 2-3 días de evolución acompañándose de náuseas y vómitos. En consulta, llama la atención la gran afectación del estado general, acompañado de palidez cutánea, taquipnea y taquicardia.

Revisamos su historial y anteriores consultas (última hace dos semanas por dolor articular de manos y piernas, que remitió con etoricoxib). En última analítica realizada hace 4 meses no destacaba alteración ninguna. Destaca varias consultas hace un año en dos periodos distintos de dolores articulares generalizados que remitían con la toma de antiinflamatorios.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Se deriva al servicio de Urgencias del hospital dado el estado de la paciente y la sospecha diagnóstica. En analítica de urgencias, destaca la elevación de LDH y reactantes de fase aguda (VSG y PCR) acompañado de leucocitosis, afectación de función renal (creatinina elevada) y anemia por lo que se decide ingreso en el servicio de Medicina Interna.

Tratamiento y planes de actuación

Se inicia estudio de la paciente. En analítica destaca elevación del calcio y proteínas totales acompañado de descenso de albúmina y en frotis aumento del número de células plasmáticas. Dada la sospecha de mieloma múltiple, la paciente pasa a cargo del servicio de Hematología donde se le realizan distintas pruebas (electroforesis de proteínas, cadenas ligeras en sangre y orina, inmunofijación y aspirado de médula ósea).

Evolución

Actualmente la paciente está diagnosticada de mieloma múltiple, empezando tratamiento con quimioterapia y a la espera de realización de trasplante autólogo de células madre.

El mieloma múltiple es una entidad a veces difícil de sospechar. En nuestras consultas vemos muy frecuentemente pacientes que acuden por dolores musculares o articulares y debemos realizar una buena historia clínica y exploración física con el fin de detectar signos o síntomas que nos lleven a pensar que lo que nos cuenta nuestro paciente no es sólo un simple dolor, sino que es una consecuencia de una enfermedad aún mayor.