XL Congreso Nacional y I Congreso Virtual de la semFYC - Valencia
del 15 de septiembre al 6 de octubre de 2020
Atención Primaria.
Tumoración inguinal derecha de un mes y medio de evolución.
Enfoque individual
Mujer de 55 años sin antecedentes médicos ni quirúrgicos relevantes que consulta por tumoración inguinal derecha de un mes y medio de evolución, no dolorosa. No refiere de otros síntomas.
Exploración: tumoración de 0,5 cm de diámetro aproximadamente, sin signos de inflamación ni dolor a la palpación.
Pruebas complementarias:
· Ecografía: imagen nodular ovalada bien definida en íntima relación con estructuras del canal inguinal, de contenido anecoico y refuerzo posterior, sin captación valorable en Doppler y que no se modifica con maniobras de Valsalva.
· RMN: formación nodular lobulada bien delimitada de características líquidas, homogénea, en topografía de canal inguinal; el informe orienta el diagnóstico como un quiste del canal de Nuck.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Diagnóstico diferencial: hernia inguinal, absceso, tumor de partes blandas, adenopatía.
Las pruebas de imagen no son sugestivas de los cuadros anteriores. Se revisa bibliografía y se consensa el diagnóstico de un quiste del canal de Nuck.
Identificación de problemas: desconocimiento general del canal de Nuck y su patología asociada.
Tratamiento y planes de actuación
Cirugía para escisión del quiste con ligadura del canal para evitar recidivas.
Evolución
Curación de la herida.
Durante el desarrollo fetal femenino, el ligamento redondo del útero desciende hasta el labio mayor a través del canal inguinal. Junto al ligamento también desciende un pliegue en el peritoneo parietal llamado processus vaginalis. Este pliegue se oblitera de manera espontánea en el nacimiento o en la infancia temprana, pero si la comunicación se mantiene abierta, este espacio pasa a llamarse canal de Nuck. En hombres, la persistencia de este canal simplemente se llama processus vaginalis persistente, y hay que remarcar que su existencia y la patología asociada (hernias e hidroceles) son mucho más comunes en hombres que en mujeres.
La formación de hidroceles quísticos en las mujeres es rara y muchas veces son erróneamente diagnosticados como hernias e linfoadenopatías. Sin embargo, a pesar de su infrecuencia y benignidad, su diagnóstico es importante por sus posibles complicaciones: pueden infectarse, sangrar y facilitar hernias inguinales. La cirugía es necesaria para evitar estas complicaciones.