XXXV Congreso de la semFYC - Gijón
del 11 al 13 de junio 2015
Atención Primaria.
Cefalea
Enfoque individual
Antecedentes personales: Varón de 80 años con intolerancia oral a la glucosa, dislipemia e hipoterioridismo adquirido tras tiroidectomía por nódulo tiroideo benigno. Intervenido de esófago de Barret. Tratamiento habitual: levotiroxina 100 mcg al día y simvastatina 20 mg cada 24 horas.
Anamnesis: Acude a consulta por paroxismos de dolor tipo "quemazón" en la región occipitoparietal izquierda desde hacía una semana que no respondía al tratamiento con analgésicos simples.
Desde hace unos diez años presenta cefalea opresiva, holocraneana, de moderada intensidad y frecuencia casi diaria. Su neurólogo le diagnosticó de cefalea de tipo tensional y le pautó tratamiento con AINEs para las brotes más agudos y un tratamiento preventivo con antidepresivos tricíclicos y fluoxetina sin buena respuesta a ninguna de estas dos opciones. Desde su intervención por Esófago de Barret sólo toma paracetamol y metamizol para aliviar el dolor.
Exploración: Contractura cervical y reproducción del dolor al palpar a nivel occipital en la salida del nervio occipital izquierdo (punto de Arnold). El resto, incluido la exploración neurológica,normal.
Pruebas complementarias: No necesarias.
Enfoque familiar
Familia nuclear en procreación sin parientes próximos, en etapa de contracción(etapa IV del ciclo vital familiar). Paciente jubilado de elevado nivel sociocultural y buen apoyo social.
Desarrollo
Juicio clínico: Neuralgia Occipital o Cefalea de Arnold
Pruebas complementarias: cefalea tensional, cefalea en racimos, cefalea crónica diaria, dolor crónico cervical, neuralgia del trigémino, migraña, trastornos de la unión craneocervical, espondilosis cervical y hernia discal.
Tratamiento
Infiltración en dicho punto gatillo con lidocaína al 2% y triamcinolona (glucocorticoide).
Evolución
Citamos al paciente a los cinco días y refirió que el dolor le había desaparecido desde el día de la infiltración. Desde hace un año no ha padecido ningún episodio similar y no ha presentado ningún efecto adverso tras la técnica.
La importancia de esta cefalea radica tanto en el diagnóstico como en su tratamiento desde Atención Primaria. Es importante realizar una minuciosa anamnesis y un examen físico detallado. La infiltración constituye un criterio diagnóstico así como también una opción terapéutica y se trata de una técnica fácil, que se puede llevar a cabo desde Atención Primaria.