Congreso de Residentes, JMF, Tutores y Unidades Docentes de la semFYC
21 y 22 de abril de 2023
Enfoque individual
Antecedentes personales: No tiene antecedentes médicos ni quirúrgicos de interés. No toma medicación.
Anamnesis: El paciente acude de madrugada al punto de atención continuada por cefalea en región fronto-temporal bilateral de calidad opresiva junto con cifras tensionales de 123/74 mmHg, afebril. Dado que la exploración no revela signos de alarma, se pauta dexketoprofeno y metamizol im y se deriva a domicilio.
Al día siguiente, el paciente regresa a su médico de familia por empeoramiento clínico junto con fiebre de hasta 39.5ºC, y ante la sospecha de sinusitis bacteriana se añade cefixima 200mg/12h al tratamiento. Sin embargo, ante la persistencia de clínica, ese mismo día el paciente vuelve a consultar en urgencias hospitalarias. Esta vez, el paciente presenta cefalea que empeora con maniobras de Valsalva y con el decúbito supino, acompañado de náuseas y fotofobia.
Exploración: Rigidez de nuca con signos de Brudzinski y Kernig positivos.
Pruebas complementarias:
En este momento, se plantea la posibilidad de estar ante una meningitis decapitada (LCR alterado por haber recibido antibióticos previos a la punción).
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Diagnóstico diferencial: COVID, Gripe, sinusitis, meningitis decapitada, meningitis bacteriana, encefalitis.
Juicio clínico: Meningitis vírica
Tratamiento y planes de actuación
El paciente ingresa a cargo de Neurología para control. Se pauta tratamiento sintomático con paracetamol si precisa.
Evolución
Tras una semana asintomático, el paciente presentó una buena evolución sin complicaciones. La evolución sugiere que se ha tratado de un cuadro de meningitis vírica, entidad que generalmente cuenta con una recuperación completa en personas inmunocompetentes, al contrario que una meningitis bacteriana.
Se decidió alta sin precisar seguimiento por parte de Neurología.
Es fundamental conocer los signos de alarma de una cefalea, hacer un correcto diagnóstico diferencial y hacer un uso racional de la antibioterapia. En este caso, se podría haber enmascarado una entidad que tiene un manejo completamente distinto al que finalmente nos encontramos.