XXXV Congreso de la semFYC - Gijón
del 11 al 13 de junio 2015
Servicio de urgencias
Caso multidisciplinar
Niña de 8 de edad es traída al Servicio de Urgencias en el mes de febrero a causa de fiebre de 39,4ºC, leve eritema en los párpados superior e inferior derechos, además del dolor ocular (“dentro del ojo”), de 48 horas de evolución.
No alteraciones de agudeza visual, ni otra sintomatología asociada.
Enfoque individual
La paciente carece de antecedentes personales de interés.
TA 100/54, FC 94, SatO2 99%, FR 14, T 38,5ºC.
Anamnesis por aparatos: sin alteraciones.
A la exploración ocular, se objetiva una ptosis palpebral derecha con dolor a la movilidad ocular, eritema palpebral, quemosis, motilidad ocular conservada, pupilas isocóricas y normorreactivas, fondo de ojo normal.
Pruebas complementarias:
Leucocitos 15621/µl, PCR 28 mg/l; hemocultivo negativo; radiografía de tórax normal; tomografía computarizada orbital: cambios inflamatorios en la grasa intraorbitaria extraconal de la órbita derecha y cambios inflamatorios en los senos paranasales.
Desarrollo
Juicio clínico: Celulitis orbitaria.
Diagnóstico diferencial: Las patologías más comunes que originan el edema palpebral u orbitario son de origen alérgico, traumático, infeccioso o neoplásico, y es competencia del profesional determinar la causa infecciosa y tratarla adecuadamente.
Tratamiento
La paciente es ingresada en planta, tratada con amoxicilina/clavulánico endovenoso durante 7 días, y es dada de alta con el mismo antibiótico oral hasta completar 15 días.
Evolución
Su evolución fue favorable y sin complicaciones.
La celulitis orbitaria es una infección localizada por detrás del septum orbitario. El origen de esta infección suele ser una complicación de una sinusitis. Los síntomas y signos que acompañan a la celulitis orbitaria varían según el grado de afectación de las estructuras intraorbitarias, pudiendo producir dolor ocular, quemosis, proptosis, oftalmoplejia y/o disminución de la agudeza visual. Es muy importante no olvidar este proceso infeccioso puesto que su pronóstico depende de la prontitud en su diagnóstico.