Atención primaria.

Caso multidisciplinar

Mujer de 59 años que acude por cuerno cutáneo en ala nasal derecha, de 1 cm de longitud, refiere prurito y sangrado al rascar, además de motivos estéticos.

Enfoque individual

Hipercolesterolemia en tratamiento con estatina. No hábitos tóxicos.

Fototipo de piel clara, refiere exposición solar frecuente con fotoprotección factor 20.

Enfoque familiar

La cirugía menor incluye procedimientos quirúrgicos e intervenciones sencillas de corta duración, que se realizados en tejidos superficiales o de fácil acceso, que precisando en general de anestesia local, tienen poco riesgo y complicaciones postquirúrgicas.

Desarrollo

El cuerno cutáneo es una lesión tumoral hiperqueratósica de aspecto cónico, en la que prevalece la longitud sobre su diámetro. Es una lesión benigna, pero que puede esconder lesiones premalignas (queratosis actínica) y malignas (carcinoma espinocelular), por lo que es necesario la exéresis completa de la lesión, profundizando en la base, además de un examen histopatológico. El carcinoma espinocelular es un tumor maligno de las células del estrato espinoso, con capacidad de metastatizar, que suele aparecer en zonas fotoexpuestas (aunque no exclusivamente).

Tratamiento

Se realiza exéresis de la lesión, mediante rebanado profundo de la base y electrocoagulación. El resultado de anatomía patológica es de carcinoma in situ de células escamosas, que contacta con bordes quirúrgicos.

Evolución

Enviada a Dermatología de forma preferente, allí se realizó una resección más amplia con colgajo biobulado, márgenes libres y resultado estético. Se pidió RMN craneal y cervical para estudio de extesión, que fue negativo.

- La competencia en cirugía menor enriquece y complementa la actividad preventiva, diagnóstica y terapéutica del médico de Atención Primaria, ya que, tras un análisis anatomopatológico, optimiza el diagnóstico y permite mejores tratamientos.

- No todas las lesiones que en la inspección parecen benignas lo son.

- Permite agilizar enormemente las consultas de dermatología, enviando únicamente aquellas lesiones malignas o refractarias a tratamiento.

- No olvidemos que el uso de protección solar de factor mayor del 50 y evitar la fotoexposición, forma parte de la prevención primaria.