IX Jornadas de Actualización en Medicina de Urgencias y Emergencias de la semFYC
Del 5 al 6 de abril de 2024
Pérdida de fuerza en miembro inferior izquierdo.
Enfoque individual
Hombre de 67 años es traído a Urgencias tras presentar un cuadro brusco de pérdida de fuerza y sensibilidad en miembro inferior izquierdo (MII), a los pocos minutos recupera la sensibilidad, pero no la fuerza. No traumatismo craneoencefálico (TCE) reciente. No otra sintomatología asociada. El paciente refirió compresión abdominal de horas de evolución por el cinturón del pantalón, lo que hizo sospechar en compresión nerviosa en un principio.
El paciente presentaba como antecedentes de interés: hipertensión arterial (HTA), diabetes tipo 2 (DM2), dislipemia y hábito tabáquico activo.
A la exploración física, las constantes vitales estaban en rango, la auscultación cardiopulmonar era normal, y el abdomen era globuloso, depresible, no doloroso a la palpación, sin soplos. A la exploración neurológica, destacaron únicamente claudicación y fasciculaciones del MII, y presencia del reflejo cutáneo plantar (RCP) extensor izquierdo.
Ante la clínica del paciente, se realizó TC craneal, en el cual no se objetivaron signos de isquemia hiperaguda o sangrado. Se realizó asimismo un AngioTC, sin signos de oclusión de arterias de mediano o gran calibre.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
En el diagnóstico diferencial, habría que descartar patología cerebral (tumoral, infecciosa o ictus), así como patología del sistema nervioso periférico (radiculopatías, mielopatías, patología autoinmune o compresión nerviosa).
Tratamiento y planes de actuación
Finalmente, dada la alta sospecha de clínica cerebrovascular, se realizó una RM craneal, donde se observaron datos subjetivos de lesión isquémica reciente (subaguda), en el territorio vascular de arteria cerebral anterior (ACA) derecha. Debido a encontrarse en ventana terapéutica (77 minutos), se inicia fibrinolisis con alteplasa.
Evolución
El paciente ingresó en la Unidad de Ictus para vigilancia y tratamiento.
Los accidentes cerebrovasculares son la segunda causa de muerte a nivel mundial en pacientes de entre 30 a 50 años de edad y la primera causa de discapacidad. Unas 110.000 personas sufren un ictus en España cada año, un 15% fallecerán y un 30% tendrán dependencia funcional. Por este motivo, es esencial el papel del médico de familia en la detección de los posibles factores de riesgo en el paciente, poner medidas dietéticas y/o farmacológicas, y realizar un adecuado seguimiento (control de la HTA, medidas antitabaco, control lipídico).