XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Atención Primaria y servicios de urgencias.
Caso multidisciplinar
Dolor en MI izquierdo al caminar que remite en reposo.
Enfoque individual
AP: Exfumador. Niega ingesta alcohólica. HTA, diabetes, dislipemia, hiperuricemia, aneurisma de Aorta infrarrenal revascularizado mediante bypass femoro-femoral en 2013 y reintervenido en 2014.
Tratamiento: AAS, Atorvastatina, Alopurinol, Losartan, Fenofibrato y Omeprazol.
Paciente de 67 años que desde hace dos semanas presenta dolor localizado en cara posterior del muslo, pierna y pie izquierdos que aparece con la deambulación a aproximadamente 20 metros desapareciendo con el reposo en unos 4-5 minutos.
Exploración: Palidez y leve disminución de temperatura con respecto al MID. No palpo pulsos pedio ni tibial posterior izquierdo. Signo de Homans negativo.
Acudió por este mismo motivo a urgencias en varias ocasiones siendo diagnosticado de mialgia pautándosele tratamiento con paracetamol, diazepam y dexketoprofeno, pero consulta de nuevo tras no encontrar mejoría.
Dada la clínica evidente de claudicación intermitente y los antecedentes personales, cuando acude por tercera vez a urgencias se remite a cirugía vascular donde se realiza estudio de reperfusión.
Enfoque familiar y comunitario
Vive con su esposa, que carece de AP de interés
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Isquemia crónica arterial de MII grado IIB de la clasificación de Fontaine.
Tratamiento y planes de actuación
Trombectomía mas kissing balloon.
Evolución
Desapareció por completo la clínica y actualmente se encuentra en seguimiento por parte de AP y cirugía vascular.
De esta forma se hace patente la importancia de una correcta anamnesis y exploración de los usuarios, que nos habría permitido en este caso, un correcto diagnóstico sin necesidad de que hubiera tenido que acudir en reiteradas ocasiones a urgencias o de que se le hubieran prescrito tratamientos innecesarios o no adecuados.
No debemos olvidar que a pesar de la elevada carga asistencial y del escaso tiempo que tenemos para dedicar a los pacientes, hay que detenerse a observar determinados síntomas que pueden ser esenciales para orientar un juicio clínico sin caer en diagnósticos inducidos previamente, y por supuesto, sin perder nunca de vista los antecedentes personales, para hacer posible dicha orientación diagnóstica.