Atención Primaria. Ámbito rural.

Caso multidisciplinar

Herida en pie.

Enfoque individual

Varón de 41 años sin antecedentes, originario de Senegal, que acude por primera vez a su Médica de Familia. Describe, con dificultad por el idioma, una lesión habonosa y pruriginosa, no dolorosa, en dorso de pie izquierdo, desde hace 18 días (se inició en Senegal). Sensación además de “gusano” recorriendo el dorso hacia planta, sin otras lesiones ni clínica sistémica. A la exploración pápula sobreelevada, sin signos de celulitis y con dos úlceras puntiformes autoinfligidas sobre ella. Además, varias lesiones hiperpigmentadas lineales pruriginosas en la planta.

Enfoque familiar y comunitario

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Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Sospecha de enfermedad tropical (helmintiasis o parasitosis). Diagnóstico diferencial con tuberculosis cutánea o picadura sobreinfectada.

Tratamiento y planes de actuación

Se fotografían las lesiones, se solicita analítica con IgE y eosinófilos y cultivo del exudado. Se pauta mupirocina tópica y se cita para revisión.

Revisamos las enfermedades tropicales (a través de atlas de dermatología), con sospecha de una infestación por larva migrans. Así, se cita al paciente al día siguiente, proponiendo tratamiento con albendazol, un comprimido al día durante 3 días (extensible si necesario a 7 días).

Evolución

El paciente acude de nuevo porque no ha podido comprar la medicación por su elevado precio y no existen alternativas.

Se contacta con la trabajadora social municipal, que remite a la concejalía correspondiente. Allí se acuerda que, a pesar de que no existe una partida económica para financiación de medicamentos por vía “urgente”, se va a iniciar un procedimiento extraordinario para resolver el caso y evaluar la situación social de esta persona.

Finalmente, el paciente logra acceso gratuito al fármaco y mejora de su clínica.

Este caso muestra dificultades: desconocimiento sobre enfermedades tropicales, oscuridad de las “primeras visitas”, barrera idiomática; pero también fortalezas de la AP: longitudinalidad, capacidad de buscar soluciones, entorno rural con colaboración entre administraciones…

La situación económica es clave en las desigualdades en salud. Según la Ley de Cuidados Inversos, quienes tienen más necesidades sanitarias son los que menos recursos reciben. Atender a la realidad económica de un paciente es igual de importante que un buen diagnóstico o tratamiento, así como lo es atender a su salud psicológica, emocional, social y familiar.