XXXV Congreso de la semFYC - Gijón
del 11 al 13 de junio 2015
Describir las características clínicas de los pacientes diagnosticados de hipercolesterolemia y analizar su supervivencia cuantificada en función de la comorbilidad.
Estudio multicéntrico descriptivo transversal realizado en diez consultas de atención primaria de tres Comunidades Autónomas españolas. Se evaluaron 358 sujetos adultos diagnosticados de hipercolesterolemia y seleccionados mediante muestreo consecutivo. Se recogieron variables sociodemográficas, factores de riesgo cardiovascular, riesgo cardiovascular (Score y Regicor), problemas de salud (clasificación CIAP-2), consumo de fármacos y supervivencia estimada mediante el índice de comorbilidad de Charlson. Análisis estadístico: descriptivo, bivariante y regresión lineal múltiple.
La edad media fue de 58,6 años (DE: 9,8). Un 56,7% presentaba algún problema endocrinológico y un 54,5% alguno circulatorio. El 39,7% tomaba más de 3 fármacos. El 36,6% presentó 3 o más problemas de salud. La mediana de supervivencia estimada a los 10 años mediante índice de Charlson fue de 87,8% (rango intercuartílico: 77,5%–94,1%). La supervivencia estimada presentó una correlación inversa, estadísticamente significativa, respecto a la puntuación Score (r=-0,438; p<0,001) y Regicor (r=-0,272, p<0,001). Mediante ajuste con un modelo de regresión lineal múltiple, las variables asociadas a mayor supervivencia estimada a los 10 años fueron: menor edad, estar casado, menor nº fármacos consumidos y no presentar problemas, digestivos, respiratorios, endocrinológicos, urológicos, genitales o circulatorios.
Las patologías del sistema endocrino y del circulatorio afectan a más de la mitad de los pacientes con hipercolesterolemia. Casi un tercio presentaron 3 o más enfermedades. Se ha comprobado que, además de las variables incluidas para calcular la supervivencia mediante el índice de Charlson, existen otras que también se podrían considerar en relación con la supervivencia en sujetos hipercolesterolémicos como el estado civil, el número de fármacos consumidos, y la ausencia de patología digestiva, respiratoria, endocrinológica, urológica, genital o circulatoria.