XXXIII Congreso de Comunicación y salud
del 25 al 27 de abril 2024
Conocer las maniobras posturales y compensatorias y dominar las técnicas para proporcionar al paciente una deglución más segura y eficaz. Facilitar el acceso en el ámbito rural y en domicilio.
Paciente de 25 años, rumana, con distrofia muscular escapulohumeral diagnosticada hace 7 años. Progresivo deterioro en la función motora. Presenta ausencia de cierre epiglótico que favorece fenómenos de penetración de bolo alimenticio en vías aéreas. Solicita atención personalizada sobre las maniobras de la deglución. Ha tenido una consulta de 20 minutos con la enfermera de nutrición. Su hermano falleció por infección respiratoria por distrofia muscular. Tiene ansiedad anticipatoria por miedo al atragantamiento, limitando la ingesta.
El problema radicaba en la dificultad de comprensión de las técnicas, la falta de medios en el entorno rural, la dificultad para la comunicación constante y la inaccesibilidad a un logopeda. Se contactó con un profesional de logopedia que se trasladó a su domicilio. Inicialmente, con supervisión del médico de AP, se valoró la movilidad y la zona orofaríngea, así como el conocimiento de la paciente y después se facilitaron ejercicios que se fueron explicando y comprobando. Se explicó cómo preparar el espesante. Se dejó un canal de comunicación vía Watsapp para control de la evolución y establecimiento de dudas. Asimismo, se instruyó al personal del consultorio en estas técnicas.
La experiencia resultó positiva para la paciente que se vió apoyada por el equipo de Atención Primaria y este además aprendió el abordaje efectivo en la disfagia.
Los logopedas son rehabilitadores de la esfera deglutora y fonológica y creemos que la experiencia nos hace pensar que son unos buenos referentes en la medicina paliativa y en la rehabilitadora, pudiendo llevarla hasta el paciente porque no precisa grandes recursos físicos. En su defecto, deberemos aprender sus técnicas y ponerlas en práctica en pacientes con disfagia.