VIII Jornadas semFYC de Medicina Rural
18 y 19 de octubre de 2024
Enfoque individual
Mujer de 71 años con antecedentes de migraña, que fue atendida en su domicilio por cefalea punzante, holocraneal, irradiada a órbita derecha, de dos horas de evolución y leve intensidad acompañada de náuseas y vómitos, sin otra focalidad neurológica. Se le administró metamizol y metoclopramida.
Al día siguiente solicitaron valoración por su médico de Atención Primaria por aumento de intensidad de la cefalea, acompañada de vómitos biliosos sin otra clínica añadida.
La paciente se encontraba en la cama, despierta y al interrogarla dió la espalda a los sanitarios y se despistó al contestar, «como si no fuera con ella la conversación», lo que alertó a su médico, ya que ese no era su comportamiento habitual.
Consciente y orientada en las tres esferas con desconexión de la atención de segundos de duración. No rigidez de nuca ni signos meníngeos. Pares craneales normales. No dismetrías. No afasia. Fuerza, tono y sensibilidad conservada y simétrica con ROT presentes y simétricos. Inestabilidad leve con necesidad de apoyo para la deambulación. Lenguaje pausado y Romberg positivo. Resto del examen físico anodino.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Crisis de migraña; accidente cerebro vascular.
Tratamiento y planes de actuación
Se decidió su traslado en ambulancia con código de urgencia al centro hospitalario de referencia. Analítica realizada sin alteraciones, en el TAC cerebral se objetivaba Hematoma intraaxial agudo parietal derecho, córtico-subcortical, asociado a un hematoma subdural y a una leve desviación de la línea media.
Hematoma intraparenquimatoso parietal derecho.
Se derivó a Neurocirugía descartándose tratamiento quirúrgico e ingresando en la unidad de Ictus para vigilancia.
Evolución
Presentó mejoría en su evolución con fisioterapia, terapia ocupacional y logopedia, logrando que se le diera el alta con buen pronóstico. Actualmente ha terminado sus sesiones de rehabilitación, con restablecimiento satisfactorio de su salud.
La longitudinalidad, característica de la Atención Primaria, implica una relación personal entre médico y paciente establecida en el tiempo basada en la confianza, conocimiento mutuo y compromiso, que favorece una asistencia más humana, segura y mejores diagnósticos. Como decía Hipócrates la Medicina es un Arte. Y el conocer a tu paciente como su médico de familia, puede marcar la diferencia en tu sospecha diagnóstica.