XXXIV Congreso de la semFYC - Gran Canaria
del 12 al 14 de junio 2014
Estimar la prevalencia del consumo de ansiolíticos e hipnóticos referido por los mayores de 65 años no institucionalizados e identificar posibles factores condicionantes del citado uso.
Estudio transversal. La población de estudio fue de 1.161 sujetos de ≥65 años residentes en la comunidad y con suficiente capacidad física y mental para realizar una entrevista personal. Selección mediante muestreo aleatorio simple del listado de Tarjeta Sanitaria. Las principales variables evaluadas incluyeron: consumo referido de ansiolíticos/hipnóticos y otros fármacos (según el sistema de clasificación ATC), estado anímico (GDS-VE), estado cognitivo (Cuestionario Pfeiffer), valoración física-funcional sobre actividades básicas de la vida diaria (ABVD) (Índice de Katz), problemas de salud (Clasificación CIAP-2 de la WONCA) y variables sociodemográficas. Se realizó análisis multivariante para determinar posibles factores asociados al uso de los ansiolíticos/hipnóticos.
La prevalencia de uso referido de ansiolíticos/hipnóticos fue del 16,6% (IC 95%: 14,5-18,7). El 90,5% fueron benzodiacepinas (BDZ), fundamentalmente lorazepam (39,4% de las BDZ). Las BDZ de vida media prolongada supusieron el 24,7% de todas. Los hipnóticos representaron el 26,1% de los ansiolíticos/hipnóticos: 64,3% BDZ, a expensas de lormetazepam; 33,9% drogas “Z”, a expensas de zolpidem; y 1,8% clormetiazol. En el análisis multivariante, el uso de ansiolíticos/hipnóticos se asoció independientemente con consumir otros fármacos no psicotrópicos (OR: 6,8; IC95%: 2,1-22,0), presentar depresión establecida (OR: 2,5; IC95%: 1,0-5,9), ser mujer (OR: 2,1; IC95%: 1,5-3,1), presentar 4 ó más problemas de salud (OR: 2,0; IC95%: 1,4-2,9) y ser dependiente para las ABVD (OR: 1,8; IC95%: 1,1-2,9).
La prevalencia de uso de ansiolíticos/hipnóticos es elevada en mayores no institucionalizados de nuestro entorno. Diversos factores han sido identificados como potenciales condicionantes de su utilización. Sería importante mejorar el conocimiento sobre el mal uso de estos fármacos con el fin de desarrollar estrategias de prescripción efectivas y seguras.