XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Enfoque individual
Mujer, 83 años, HTA, ACxFA con tratamiento anticoagulante; miocardiopatía hipertrófica no obstructiva familiar asintomática (MHNO).
Disnea progresiva en la última semana con dolor torácico no irradiado de 30 minutos de duración.
TA 159/65 mmHg, FC 59 ppm, SatO2 92%. Buena tolerancia a decúbito. Cardiorespiratoria: anodina.
ECG: r embrionaria en precordiales, sin alteraciones agudas de la repolarización; evolutivamente aparece patrón de isquemia subepicárdica anterior.
Marcadores de daño miocárdico positivos (hasta 1856 ng/ml la Tn I).
Ecocardiograma: severa hipertrofia septal (18 mm); FEVI 45% con acinesia apical.
Coronariografía: no lesiones significativas.
RMN cardíaca: FEVI 41% con hipertrofia septal asimétrica, signos de edema/inflamación miocárdica en segmentos apical y medio; fibrosis intramiocárdica parcheada en zonas de máxima hipertrofia.
Enfoque familiar y comunitario
Tres hijos, uno fallecido en 2008 de causa desconocida, el segundo en 2012 sufre IAM a raíz del cual se inicia estudio evidenciando MHNO que también presenta el tercero, aunque asintomático.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Dolor torácico con alteración electrocardiográfica y de troponinas; compatible con cardiopatía isquémica; el cateterismo descarta esta etiología. La RMN orienta como alta probabilidad de síndrome de Tako-Tsubo.
Tratamiento y planes de actuación
El tratamiento inicial es similar al de un infarto de miocardio hasta confirmar el diagnóstico; se requieren pruebas de imagen para el control evolutivo y la confirmación diagnóstica.
Evolución
El ecocardiograma al alta muestra severa hipertrofia asimétrica septal (propia de su MHNO) con acinesia localizada en el ápex con FEVI 76%. Pruebas posteriores ya no describen alteraciones segmentarias de la contractilidad.
Se trata de un síndrome de Tako-Tsubo con lo que la paciente al cabo de un tiempo ha recuperado la funcionalidad cardíaca. Esta patología se caracteriza por una alteración de la funcionalidad miocárdica reversible. Aunque la actuación inicial no varía respecto a un dolor torácico de etiología isquémica, es importante para el médico de familia tenerla en cuenta en el diagnóstico diferencial ya que una vez producida la recuperación completa no es necesario tomar medicación. Respecto al seguimiento, puede aparecer frecuentemente insuficiencia cardíaca, si existen comorbilidades y peor clase funcional previa, y asociarse a más eventos adversos. El pronóstico a largo plazo es bueno.