XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Atención Primaria
Caso multidisciplinar
Pirosis y dispepsia persistentes.
Enfoque individual
paciente de sexo femenino de 50 años, casada y con un hijo de 15 años, ama de casa, con antecedentes de síndrome depresivo con importante componente ansioso, que acude a nuestra consulta con quejas de pirosis y dispepsia persistentes asociadas ocasionalmente a dolor en el hipocondrio derecho con dos meses de evolución. Medicada cronicamente con duloxetina 60 mg/dia y clobazam 20 mg/dia. Historia familiar irrelevante. Exploración física anodina. Niega consumo de tabaco, alcohol u otras drogas.
Dada la edad de la paciente y la ausencia de quejas similares en el pasado, solicitamos estudio analítico (que no reveló alteraciones significativas), endoscopia digestiva alta (sin lesiones en la mucosa gástrica, pero con imagen de posible compresión extrínseca en la pequeña curvatura) y ecografía abdominal (que objetivó nódulo sólido epigástrico de 51x46x46 mm sugestivo de tumor GIST (gastrointestinal stromal tumor) o tumor pancreático. El TAC abdominal con contraste solicitado posteriormente reforzó la hipótesis de tumor GIST, aparentemente sin invasión de órganos adyacentes.
Enfoque familiar y comunitario
Familia nuclear con un hijo de 15 años. Marido es ingeniero de profesión, padece esquizofrenia (diagnosticada a los 32 años, seguido por psiquiatría, estable, actualmente ejerciendo su actividad laboral).
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se plantearon los siguientes diagnósticos diferenciales: reflujo gastroesofágico, gastritis, discinesia/litiasis vesicular, neoplasia gástrica.
Tratamiento y planes de actuación
Se derivó la paciente a consulta prioritaria de cirugía, donde fue programada intervención quirúrgica. Fue necesaria nueva valoración por psiquiatría, dado que impacto del reciente problema de salud desestabilizó la patología psiquiátrica de base.
Evolución
La paciente fue operada, sin complicaciones, estando actualmente a la espera del resultado anatomopatológico de la masa extirpada. Estabilizada desde el punto de vista psiquiátrico. Buen apoyo familiar que facilitó el proceso de tratamiento y adaptación a la enfermedad.
Consideramos que este caso es un buen ejemplo de la gran relevancia de prestar atención a las señales de alarma que nos proporcionan determinados síntomas o cuadros clínicos en ciertos contextos patológicos y de la especial importancia que tiene el seguimiento longitudinal de los pacientes en el que el médico de familia tiene un papel fundamental.