XXXV Congreso de la semFYC - Gijón
del 11 al 13 de junio 2015
Atención Primaria.
Paciente institucionalizado que comienza días antes de nuestra visita con deposiciones blandas, náuseas e hiporexia, sin fiebre. Se realiza reposición con sueroterapia oral pero su ingesta es escasa por la falta de colaboración debido a su deterioro cognitivo. A nuestra llegada ya no tiene diarreas pero se encuentra decaído, débil, con orina escasa y confuso.
Enfoque individual
Antecedentes personales: hipertensión arterial en tratamiento con diuréticos, obesidad, enfermedad de Alzheimer y problemas de movilidad.
Anamnesis: varón de 84 años con clínica de deshidratación secundaria a gastroenteritis aguda.
Exploración: regular estado general, confuso, piel seca y poco flexible, falta de salivación, oliguria y taquicardia sinusal.
Pruebas complementarias: realizamos toma de constantes, electrocardiograma y acceso venoso.
Enfoque familiar
Paciente institucionalizado soltero y sin hijos, residente en Geriátrico desde que comenzó con deterioro cognitivo hace unos 3 años. Muy bien adaptado, participa en las actividades. Recibe visita ocasional de una sobrina. Nos encontramos en verano en una zona costera de altas temperaturas y humedad, en una sala grande difícil de refrigerar con muchos residentes.
Desarrollo
Deshidratación secundaria a cuadro de gastroenteritis aguda. Entre los principales factores de riesgo destacamos: paciente anciano con falta de autonomía que presenta obesidad y deterioro cognitivo, en tratamiento con diuréticos y benzodiacepinas, altas temperaturas y escasa ingesta de líquidos, vivienda difícil de refrigerar y pérdida de líquido por deposiciones diarreicas. Realizamos diagnóstico diferencial con insolación o golpe de calor porque el paciente no ha tenido elevación de la temperatura corporal, ni piel roja y caliente, no calambres musculares…
Tratamiento
Trasladamos al paciente a una habitación ventilada previamente con poca humedad, vestimos con ropa holgada y ponemos paños fríos. Canalizamos vía periférica para hidratación. Realizamos sondaje vesical para control de diuresis y constantes por turnos.
Evolución
El paciente evolucionó favorablemente sin necesidad de traslado al hospital. Control estricto por parte de enfermería. Realizamos visita al día siguiente con mejoría clínica manifiesta. Comenzó con vía oral sin nuevas incidencias.
Como conclusiones destacar la importancia desde Atención Primaria de la vigilancia de los problemas de salud derivados del exceso de temperatura donde lo principal radica en la educación sanitaria especialmente a los principales grupos de riesgo.