Atención Primaria.

Astenia.

Enfoque individual

Mujer de 75 años, antecedentes de DM2, HTA y glaucoma, en tratamiento con Metformina 850mg/12h, Enalapril 5mg/24h y Combigan (brimonidina/timolol)/12h, acude a nuestra consulta por encontrarse algo más decaida de lo habitual y mareada. En análisis reciente presenta un hemograma normal, bioquímica con función renal, hepática e ionograma normal; función tiroidea normal y sedimento de orina negativo.

En la exploración física destaca TA 130/85, FC 40lpm, afebril.

Auscultación cardíaca con tonos rítmicos a 40lpm, no soplos; auscultación respiratoria con murmullo vesicular conservado, exploración neurológica sin focalidad.

Se realiza EKG: ritmo sinusal a 40lm, PR normal, sin alteraciones de la repolarización.

Enfoque familiar y comunitario

La paciente presenta un nivel sociocultural medio, convive con su hija que la acompaña normalmente a la consulta.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Bradicardia sinusal. Es un ritmo sinusal de menos de 60lpm y no significa siempre patología cardíaca. Es frecuente en los deportistas y en pacientes en tratamiento con fármacos que enlentecen la frecuencia cardíaca (b-bloqueantes, antiarrítmicos...). Cuando presenta frecuencias muy bajas o es sintomática (mareo, síncope...), sin tratamiento que lo justifique se deberá descartar enfermedad del nodo sinusal u otras bradiarritmias.

Tratamiento y planes de actuación

Sospechando una reacción adversa cardiovascular secundaria al timolol intraocular (tratamiento del glaucoma), se decide suspender y comenzar tratamiento con brimonidina.

Evolución

Tras varios días la paciente acude a nuestra consulta, asintomática desde el punto de vista cardiológico y en EKG se evidencia ritmo sinusal a 70lpm. Se deriva a consulta de Cardiología donde nos confirman que la causa de la bradicardia sinusal era secundaria al timolol.

La causa más frecuente de bradicardia sinusal es la secundaria a fármacos, entre ellos los b-bloqueantes. Si bien se piensa en esta entidad cuando la administración es sistémica no se hace tanto cuando se utiliza de manera tópica en el tratamiento del glaucoma para disminuir la presión intraocular, patología muy frecuente en la edad geriatrica.