13-14-15 de noviembre de 2025
Enfoque individual
Hombre de 63 años, fumador, sin antecedentes ni tratamiento que acude a su Médico por dolor en hemitórax derecho, fiebre de 38,9 ºC y expectoración desde hace cuatro días.
Presentaba constantes estables salvo temperatura de 38,9 °C. Saturación de 97%. Auscultación pulmonar con crepitantes en hemitórax derecho. PCR capilar de 283.
La radiografía solicitada desde Atención Primaria, reveló una neumonía, pautándose antibioterapia. A los cuatro días aparente mejoría. Sin embargo, a los dos días comenzó con disnea. Presentaba taquipnea, saturación de 93 % y crepitantes en hemitórax derecho.
Se deriva al hospital por empeoramiento. La tomografía reveló abscesos pulmonares, uno en lóbulo superior derecho y otro en lóbulo inferior izquierdo. Se ingresó en Neumología.
Al alta, en un control posterior a los tres meses, la tomografía demostró la presencia de un nódulo pulmonar de 10 milímetros donde inicialmente solo se observaba absceso.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
El diagnóstico inicial fue dos abscesos pulmonares.
Como diagnóstico diferencial, podría plantearse tuberculosis y neumonía necrotizante.
El problema radica en lo tardío que se realizó el diagnóstico de nódulo a pesar de que el paciente tenía una tomografía previa donde no se observaba.
Tratamiento y planes de actuación
En planta siguió tratamiento con oxigenoterapia y antibioterapia intravenosa.
Evolución
Evolución favorable durante su ingreso. La tomografía de control realizada por Neumología en consultas a los tres meses mostró una mejoría radiológica de los abscesos, y a su vez, la aparición de un nódulo en lóbulo superior derecho, lugar donde inicialmente se observaba únicamente un absceso. La biopsia bronquial reveló que se trataba de un carcinoma epidermoide.
Actualmente, en seguimiento por Oncología con quimiorradioterapia, con astenia secundaria.
Destacar la importancia de la Atención Primaria para la detección temprana y tratamiento de la neumonía, seguimiento y derivación si necesidad, en este caso, por empeoramiento clínico.
Además, es crucial que el Médico de Familia sepa reconocer las posibles causas, aunque menos probables, de una neumonía. Porque no todo es lo que parece: la neumonía del paciente escondía un tumor como causa primaria.