XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Atención Primaria.
Acude el marido preocupado por los cambios de humor de su mujer: irritable, ansiosa, obsesionada con su salud con cambios de humor constantes. Visitada en urgencias un par de veces por palpitaciones, disnea y dolor torácico. Etiquetan de crisis de ansiedad. Remiten a psiquiatría pero ella se niega a ir.
Enfoque individual
Mujer 61 años, casada, vive con su marido. Trabaja de administrativa. Fumadora de 45 paquetes/año. Antecedentes: episodio de ansiedad hace 5 años reactivo a estresantes vitales. Acude diciendo que ella «no está loca», que todos se empeñan en eso pero que la realidad es que no se encuentra bien. Tiene palpitaciones, disnea de esfuerzo, y tos desde hace un mes que ella atribuye a que es fumadora. Exploración física: roncus aislados. Resto: anodino. Solicitamos analítica, radiografía torax, espirometría y electrocardiograma. Destaca: Rx torax: aumento de densidad en língula de aspecto indeterminado. tributario de ampliar estudio mediante TAC: Enfisema pulmonar paraseptal, nódulo pulmonar segmento superior LII sugestivo de proceso neoformativo primario. Remitida a diagnóstico precoz: PET, TC craneal, RMN abdominal: Adenocarcinoma pulmonar con metástasis múltiples cerebrales.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Cuando visitamos a la paciente jugábamos con la ventaja de que nos aportaba pruebas endocrinas y cardiológicas externas que descartaban que aquellas palpitaciones y la disnea fueran de etiología cardiaca o tiroidea. Sabíamos que no aceptaba el diagnóstico de ansiedad y además no había en ese momento ningún estresante vital más que la preocupación por su salud. Reconocía sentirse más irritable. Su pose en la consulta era desafiante, transmitía nerviosismo y su clínica era muy versátil. La ansiedad entraba como posible diagnóstico pero no deberíamos etiquetar de psicológico sin haber valorado antes otras opciones.
Tratamiento y planes de actuación
La paciente recibió tratamiento con radioterapia y quimioterapia. Está en un estudio experimental en el hospital de referencia.
Evolución
Post 3 años, se mantiene parcialmente en remisión y con aceptable calidad de vida.
Cada vez diagnósticamos más trastornos emocionales. Hay una tendencia a «medicalizar la vida» pero, en ausencia de estresantes vitales condicionantes, no deberíamos olvidar descartar la organicidad.