XXXI Congreso de Comunicación y Salud - El Escorial
28, 29 y 30 de abril de 2022
Desde las cavernas el relato ha acompañado el aprender del humano. Informamos a nuestros estudiantes y residentes de la última novedad en la materia a tratar, pero, en ocasiones, nos tememos, olvidamos el alma del porqué y el para qué estamos en esta profesión.
Este trabajo pretende subrayar la importancia de la reflexión a través de la narrativa, tanto en médicos como en estudiantes de Medicina, para mejorar nuestro desempeño profesional.
Manejamos la objetividad científica con naturalidad, pero nos paralizamos ante las emociones, los afectos, los prejuicios… ¿Cómo encararlos? La introspección, en este mundo huérfano de protocolos y algoritmos, nos ayudará en el objetivo final del cuidado de nuestro paciente.
Decía Chéjov que: «los pacientes necesitan contar una historia, su historia», pues a propósito de pequeños relatos, entresacados del día a día, os planteamos preguntas sobre las que pararse un momento. Preguntas que nos ayudarán a entender un sentimiento, al vernos reflejados en lo leído; abandonemos, por un instante, las interacciones medicamentosas para pasar a las interacciones personales.
Nadie nos ha enseñado, ni invitado, a reflexionar sobre lo que sucede en el interior, de esa droga, como Balint nos llamaba, del médico, en lo que acontece y nos acontece.
Se presentarán datos de un estudio descriptivo longitudinal en estudiantes, a los que se les pidió narraran sus motivaciones para estudiar medicina.
Los relatos docentes, la enseñanza reflexiva, nos facilita entrar en el perimundo del paciente, comprender esos matices psicosocioculturales que acompañan al motivo de consulta y lo que es más importante, a comprendernos mejor a nosotros mismos.